Terreno que en la zona tropical cubren de agua las grandes mareas, lleno de esteros que lo cortan formando muchas islas bajas, donde crecen los árboles que viven en el agua salada
Esa es, según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, la definición de manglar. Estos espacios naturales protagonizan hoy nuestra imagen de la semana.
En dichos bosques pantanosos se mezcla el agua dulce del río con la salada del mar. Por eso los manglares son lugares de encuentro relativamente tranquilos: estuarios, bahías, lagunas, canales y ensenadas. Aquí viven infinidad de árboles que muestran a quien quiera verlas sus raíces aéreas, que son todo un espectáculo para los amantes de la naturaleza. Pero los manglares son mucho más que eso: son fuente de vida y de alimento.
Como nota curiosa, os contamos que estos ecosistemas autosuficientes reciben el nombre de manglar porque así se llama el árbol que es la especie vegetal dominante. Nos lo recuerdan desde el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), organismo que explica que los manglares son capaces de adaptarse a distintos grados de salinidad según el estado de las mareas.
De este modo, en marea alta las raíces aéreas de estos árboles captan el oxígeno y lo transportan a las raíces que se encuentran bajo el agua, que son las encargadas de anclar cada árbol a la tierra inundada. A su vez, estas captan los nutrientes del agua del mar para que circulen por la planta y se conviertan en alimento al mezclarse con el oxígeno, expulsando por sus hojas lo que no sirve: la sal.
Para que conozcáis un poco mejor estos ecosistemas, os dejamos un video de la ONG Amigos de la Tierra sobre un proyecto que desarrollan en El Salvador, junto a la entidad local Funsalprodese y con el apoyo de la Xunta de Galicia, para fortalecer el sector de la pesca artesanal.
En el documento audiovisual se recogen testimonios y experiencias de pescadores, maestras, chicos y mujeres cooperativistas de la región, que hablan de las características del manglar como ecosistema, de las amenazas a las que se enfrenta y de los logros conseguidos con este proyecto en concreto.
Tal vez después de verlo nos demos cuenta de que la conservación, la restauración ambiental y la sensibilización para promover prácticas pesqueras respetuosas con el sistema son las herramientas para garantizar la sostenibilidad ambiental, social y económica de los manglares en todo el mundo.