La familia, pieza clave en la estimulación del paciente con demencia

Cuidador cogiéndole la mano a un paciente
Foto: Jorge Villa Bolaños

En más de una ocasión, y de dos, os hemos hablado del papel fundamental que desempeña la figura del cuidador en personas con demencia o enfermedades neurodegenerativas ya que esa persona se convierte en la extensión de los profesionales sanitarios.

Según el Instituto de Rehabilitación Neurológica, en España alrededor de 600.000 personas sufren algún tipo de demencia y requieren estimulación cognitiva y física para mejorar su calidad de vida.

En este sentido, el cuidador y la familia de las personas con alguna enfermedad neurodegenerativa se convierten en una pieza clave para mejorar la vida de los pacientes ya que, tal y como informa este Instituto, la implicación de los familiares aumenta el potencial de la estimulación en muchos más momentos y entornos.

Para ello, es necesario seguir un programa de rutinas diarias, asegurándose de que haya muchos objetos familiares alrededor del paciente, así como cuidar la nutrición e ingesta de líquidos y un entorno que le permita la máxima seguridad.

Si bien, también es importante que los familiares implicados directamente en los cuidados de la persona con Alzheimer, Parkinson u otras enfermedades neurodegenerativas, estén entrenados en técnicas de manejo y estimulación del paciente y por este motivo la comunicación entre familia y profesionales sanitarios es primordial.

Por otro lado, este vínculo también ayuda a los familiares a ser conscientes de las características de la discapacidad, siendo necesario que estos reciban apoyo psicológico tanto en la fase de rehabilitación como en la fase de readaptación. Por ello, es vital que el cuidador no solo se implique en la estimulación o cuidados del paciente, sino en el suyo propio.