La importancia de salvar el océano Ártico

Últimamente, con motivo de la Cumbre Mundial COP21, hemos escuchado hablar mucho de cambio climático. Sin embargo, hay un tema relacionado del que quizá deberíamos hablar mucho más: la necesidad urgente de salvar el oceáno ártico. ¿Sabías que el hielo refleja parte de la radiación que llega a la superficie de nuestro planeta, provocando que regrese al espacio y evitando así el calentamiento global? Es el llamado ‘efecto albedo’.

Por lo tanto, no podemos hablar de verdadera lucha contra el cambio climático sin hablar de medidas para proteger el Ártico, que además de actuar como escudo contra la radiación es un ecosistema tan diverso como valioso. En ese entorno residen alrededor de cuatro millones de personas, por no mencionar la gran variedad de especies animales que tienen allí su único hogar.

Se estima que durante las últimas tres décadas el Ártico ha perdido el 75% del volumen de hielo marino de verano. La desaparición del hielo supone la desaparición de una barrera natural, que servía para proteger todo un ecosistema. Y sin ese límite, queda abierto el camino para las rutas de tráfico marítimo, la explotación por parte de compañías petroleras y el acceso de barcos de pesca industrial; al tiempo que aumenta el riesgo de vertidos amenazantes.

El 2016 que acabamos de iniciar puede ser clave para la salvación del Ártico. Durante este año, la Unión Europea se ha comprometido a crear un área marina protegida en las aguas que están bajo su jurisdicción. Esta medida llega como resultado de las gestiones de la comisión del convenio OSPAR.

Si quieres poner tu granito de arena para colaborar en la protección del océano Ártico, puedes apoyar la campaña #SalvaElÁrtico impulsada por Greenpeace. Son más de siete millones de personas de todo el mundo las que han aportado su firma. Con la tuya, el Ártico estará un pasito más cerca de asegurar su continuidad.