Un año de #HuertosMontemadrid, de ocio sostenible y pedagogía ecológica

©MIGUEL BERROCAL

“Nos motiva cada mañana escuchar el sonido de la huerta, los pájaros, el movimiento de los árboles, el zumbido de los insectos… un vergel dentro de la ciudad”, cuenta Alba. Él y su compañero Will son las personas encargadas de cuidar de Huertos Montemadrid y de sus hortelanos. Todos los días acuden hasta nuestro Centro Educativo Ponce de León para ver cómo están las plantas, comprobar si la tierra está seca, arreglar lo que esté por arreglar, cuidar lo que no esté bien cuidado. Todos los días desde hace un año, pues esta aventura empezó un 24 de abril.

“Hoy estamos de celebración”, nos dice Alba, “porque cumplimos un año llenos de ilusión, y con mucho trabajo por hacer”. Hace 365 días, Huertos Montemadrid empezó a andar como nuestro proyecto de huertos urbanos y hoy se ha consolidado como un espacio de encuentro sostenible y educativo en la ciudad, con un amplio programa de talleres y actividades gratuitas por los que han pasado 200 adultos y niños hasta el momento.

Actividades que han ido formando a hortelanos y hortelanas de todas las edades, que han visto crecer sus plantas, fruto de su dedicación. Hortelanas como Teresa, que hace un año no conocía absolutamente nada de cómo plantar y cultivar hortalizas de manera ecológica. “Me inicié en esto de los huertos con muchas ganas y muy motivada pero con un poco de aprensión. Sobre todo teniendo en cuenta mi nula experiencia”, cuenta. “Sin embargo, gracias a los cursos y a la mucha ayuda recibida, tengo la sensación de que soy hortelana de toda la vida”, confiesa Teresa entre risas. “No olvidaré la sensación cuando vi mis primeras flores en las tomateras. ¡Y no digo nada de cuando vi mi primer tomate!”, dice emocionada.

“Nuestra huerta se va llenando poco a poco de hortelanos y hortelanas con muchas ganas de aprender y disfrutar de un espacio que te invita al contacto con la tierra y a relajarte de una manera natural”, explica Alba. Ya son casi 40 las familias que se han sumado a este proyecto de ocio sostenible y saludable, que les permite además autoabastecerse de su propia cosecha ecológica.

“Nuestra experiencia ha sido más que gratificante, no solo por poder comer alimentos de primera calidad cosechados con tus propias manos, sino por estar en contacto con la naturaleza viva”, cuentan Mayte y Paco, propietarios de una de las parcelas de Huertos Montemadrid. “Los tomates que crecen, los puerros que no, los pajaritos que se adelantan y picotean tu mejor pieza -ellos sí que saben del punto óptimo de maduración-… todo eso te pone en contacto con tu yo más íntimo y te aleja del estrés y la rutina”, asegura la pareja. “Es decir, que esta actividad da valor a tu tiempo, a tus platos y a tus productos”.

Teresa, por su parte, cree que la labor que ha llevado a cabo cuidando de su parcela le ha hecho ver las cosas de una manera distinta: “Comprobar lo relacionado que está todo: la tierra, los minerales, los insectos beneficiosos, los insectos no tanto… me ha dado una perspectiva que no tenía antes”, explica.

Todos ellos llevan un año aprendiendo el valor y la importancia de tener un huerto propio. “Durante este año hemos visto cosas preciosas, como la recogida de los primeros tomates, nuestros primeros talleres, las tardes de junio con brisa que nos daban olores aromáticos…”, reflexiona Alba. Él mismo ha impartido muchos talleres y nos confiesa que lo mejor es ver a los participantes disfrutar de los resultados de su esfuerzo. “Todos hablaban de los primeros sabores frescos cuando se recolectaba y me comentaban al día siguiente el estupendo sabor de la ensalada”.

Will y Alba cuidan de #HuertosMontemadrid

Los hortelanos, por su parte, no dudan en alabar la experiencia de colaborar con profesionales como Alba y Will. “Te dan cursos de cómo ponerlo en marcha: qué plantar, cuándo, cómo, al lado de qué -la asociación de plantas es muy importante-… En fin, todo lo que hay que saber, talleres y cursos súper completos que te ayudan a hacerte con el huerto desde el primer día”, narran Mayte y Paco.  Tampoco se les escapa la importancia de conocer a otros participantes de las actividades y otros usuarios de Huertos Montemadrid. “Cada uno somos como somos, pero es agradable compartir el interés por la tierra, por el huerto y por los usos respetuosos con el medio ambiente y la salud”, asegura Teresa.

Para Alba, todo tiene un sentido profundo y a la vez muy sencillo. “Desde Huertos Montemadrid pretendemos ofrecer un ocio y una pedagogía completos, cuenta el cuidador de las parcelas. “Llevamos cerca de 200 alumnos en nuestros talleres y -esto es lo que más me gusta-, la mayoría dibujan una sonrisa cuando aprenden y se llevan a sus casas una buena bolsa de hortalizas”. Por todo esto Alba no cesa de recomendar la experiencia: “os invito a que lo conozcáis y a que os paséis por aquí, que charlemos, que sembremos nuevas plantas y, sobretodo, que lo pasemos bien”.

Huertos Montemadrid ha aportado este año un buen puñado de experiencias a casi 40 familias madrileñas, que han visto en estas parcelas una posibilidad de cultivar y cultivarse a ellos mismos. Y, además, no lo hacen solo por ellos, pues los beneficios de este proyecto que lleva un año activo se destinan a sostener el Centro Ponce de León, un referente en educación inclusiva e integración sociolaboral de personas con discapacidad. Por todo ello, esperamos cumplir muchos años más. ¿Y tú, quieres formar parte de Huertos Montemadrid?