#GenteMontemadrid: Sonia Cestero, dos décadas entre joyas e historias de vida

Nuestro Monte de Piedad, lleva más de tres siglos acercando el crédito a la sociedad, desde su creación en 1702. Como podréis imaginar, en sus 315 años de historia, por esta institución han pasado varias generaciones que, con su trabajo, han hecho posible que una entidad centenaria comprometida con la inclusión financiera perviva hasta nuestros días evolucionando al ritmo de los tiempos. Actualmente, en el Monte de Piedad de la Fundación Montemadrid trabajan 48 personas. Una de ellas es Sonia Cestero, que desde 1999 lleva desarrollando diferentes actividades con Fundación Montemadrid y en los últimos años se ha convertido en una de las coordinadoras de subastas.

Por sus manos pasan cada día decenas de joyas, pero también las historias que las acompañan. Historias de personas que recurren al Monte de Piedad para cubrir necesidades en sus hogares dejando en depósito algunos de sus bienes más preciados. Historias de cómo esa ayuda permite superar dificultades a nuestros clientes, de cómo esas joyas vuelven a sus dueños (el 95% lo hacen) o de cómo, tras la subasta, reciben la sorpresa de que su joya se ha vendido al alza y van a recibir un ingreso inesperado. Sin olvidar las historias de todo lo que los beneficios del Monte de Piedad permiten financiar: hacer realidad la labor social y cultural de Fundación Montemadrid.

Sobre todo esto hablamos con Sonia Cestero, nuestra protagonista #GenteMontemadrid del mes de marzo.

¿Cómo explicarías en qué consiste tu día a día trabajando para el Monte de Piedad y Fundación Montemadrid?

Mi misión específica en el Monte de Piedad es el tratamiento de los lotes a subastar: su manipulación, etiquetado y preparación para que se fotografíen para conseguir realizar el catálogo mensual de la subasta dentro de los tiempos establecidos, y que las joyas queden expuestas antes de la subasta mostrando todo su esplendor. Te puedes imaginar que por mis manos circulan todo tipo de piezas, desde las más humildes a las más sofisticadas…

Cuando cuentas dónde trabajas, a conocidos, familiares… ¿cómo explicas cuál es la labor y función del Monte de Piedad?

La verdad es que tengo que empezar por explicar qué es el Monte de Piedad y cuál es la función de la Fundación Montemadrid, ya que muchas personas no lo conocen. Otras piensan que es una entidad bancaria… ¡y nuestra labor va mucho más allá!

Después de estos años en el Monte de Piedad, ¿cómo crees que influye la institución en la vida de las personas? 

Un préstamo del Monte de Piedad ayuda a cubrir las necesidades económicas de las familias aportando sus garantías personales (sus alhajas), pero dándoles la confianza absoluta de que sus bienes están en las mejores manos posibles. Por otro lado, desde el ámbito de las subastas, se pueden adquirir piezas únicas con la garantía y seguridad que da el equipo experimentado de tasadores que hay detrás. Y sabiendo, además, que los beneficios se destinan a nuestra obra social.

¿Y en la tuya? ¿Te ha cambiado tu trabajo en el Monte de Piedad?

Con mi labor he llegado a comprender las dificultades que atraviesan muchas familias día a día. Y la labor social que desarrolla el Monte de Piedad la verdad es que les ayuda a sortear problemas económicos cotidianos de su vida.

Todos los días pasan por tus manos decenas de joyas, muchas de ellas con varios siglos de vida, y cada una con una historia detrás, de personas, de la propia pieza en sí. ¿Hay alguna en concreto que haya sido especial?

¡Todas me parecen especiales! Cada una es única a su manera y tiene su propia historia. Miras la joya y empiezas a imaginar cual habrá sido su andadura hasta llegar aquí… Además, para cada uno de nuestros clientes, sus alhajas tienen un valor único e incalculable, un valor sentimental que las hace todavía más especiales.

¿En qué ha cambiado el Monte de Piedad en estos 17 años que llevas trabajando en él? 

Evidentemente, el cambio de adaptación a las nuevas tecnologías ha sido importante,  pero tampoco hay que olvidar que uno de los objetivos principales del Monte de Piedad ha sido ver cuáles son las nuevas necesidades que va demandando  el público.

Son varias las transacciones que el cliente ya puede realizar de manera no presencial, desde una renovación del préstamo, hasta participar en la subasta que se desarrolla online, desde su puja hasta el envío de las joyas al cliente (en caso de adjudicación de las mismas).