#GenteMontemadrid: Lucía Lijtmaer, el humor y el feminismo en la cultura

 

Nuestra protagonista del mes de junio es escritora, periodista, profesora, comisaria cultural y especialista en la cultura pop desde la perspectiva de género. Lucía es comisaria de Princesas y Darthvaders en nuestro centro La Casa Encendida desde hace cinco años; un “festival – como nos define ella misma – multidisciplinar que, a través del humor, la música, el debate y los talleres, da espacio a la cultura de guerrilla producida por el feminismo”. En la última y reciente edición se han explorado las preguntas a las que se enfrenta el feminismo en la actualidad: la identidad, la precariedad, la maternidad y el devenir de los cuerpos. Y ha sido de la mano de invitadas como Irantzu Varela, Lorena Iglesias o Brigitte Vasallo y el toque musical de IRA y Ajuar. Tras agotar todas las entradas, hablamos con ella para que nos cuente más sobre este evento, el papel de los centros culturales en el feminismo y otros proyectos profesionales.

¿Cómo surge Princesas y Darthvaders?

Surge alrededor de 2011, frente a la absoluta invisibilidad de las mujeres en muchos espacios culturales contemporáneos. En un momento en el que los feminismos estaban presentes en las calles, la literatura, el humor, la tecnología, me parecía importante crear algo que fuera festivo y a la vez hiciera pensar. Una plataforma. La Casa Encendida fue vital a la hora de acoger el proyecto en 2013. Lo entendió a la perfección y lo apoyó desde el principio.

Música, stand up, charlas, entrevistas… ¿Por qué este tipo de formato? ¿A qué tipo de público queréis atraer con el festival?

Es un festival multidisciplinar y multiformato. Así se adecua a cada artista a la propuesta que mejor le puede encajar. Hay quien puede expresar mejor su trabajo desde un concierto o un taller y quien lo hace desde otro lugar. También hemos empezado a cruzar disciplinas: por ejemplo, este año Rocío Quillahuaman, que venía de un mundo plenamente audiovisual, ha hecho su primer stand up. En cuanto al público, es variado, ¡cuanto más variado mejor!

Junto a Isa Calderón (que también participó en la segunda edición), realizas Deforme semanal en Público TV, un show feminista en clave de humor. ¿Cuáles son las bases del humor como activismo feminista?

El humor permite expresar aquello que resulta inaceptable en el status quo. Nosotras no buscamos hacer pedagogía o concienciar, sino abrir una ventana a un mundo, que es el que inventamos y que nos divierte; a veces frívolo, yo creo que combativo también, pero siempre con la intención de hacer reír.

La cultura tiene un papel fundamental para la visibilización del feminismo. ¿Hacia dónde crees que debe dirigirse?

La cultura no puede dirigirse, existe porque la producen las personas, en sociedad. Otra cosa distinta es qué deben hacer las instituciones con lo producido. Y lo que deben hacer es abrir sus puertas, apoyar proyectos y dotar de herramientas.

¿Crees que debe haber más apoyo y compromiso desde los centros culturales e instituciones en su programación con una mirada más feminista?

Sin duda, y esta puede ser explícita o implícita. Quiero decir: no se trata de que haya temáticas feministas solamente, sino prácticas. Que se aborde no solo la visibilidad, también todo lo que nos atraviesa: la precariedad, las condiciones de trabajo, las identidades, los cuerpos, etc. Va mucho más allá de la visibilidad, que a veces puede convertir las programaciones en guetos.

Ya se ha publicado tu último ensayo Ofendiditos en Anagrama. ¿Qué podemos encontrar en él?

Un análisis mediático sobre a quién se tacha de ofendidito y de puritana, y de cómo se criminaliza la protesta mientras vivimos en un país con evidentes recortes en libertad de expresión sin que mucha gente se inmute.