
Un estudio de la Fundación Alzheimer España (FAE) nos ha revelado que el 70% de los cuidadores de personas con Alzheimer sufren depresión. Pues bien, a pesar de esta cifra tan dura, la mayoría de ellos no se plantea la posibilidad de ingresar a sus familiares en centros, porque piensan que les estarían abandonando.
El doctor Matías Guiu, jefe de Neurología del Hospital Clínico de Madrid, nos contaba hoy en rueda de prensa:
«Los cuidadores sufren enfermedades como la neoplaxia, que es una afección común en los cuidadores con estrés y ansiedad, además de problemas digestivos y trastornos del sueño, molestias reumatológicas y cefaleas, por el trabajo que desempeñan».
La investigación, realizada a 1.201 cuidadores familiares de personas con demencias en España, en su mayoría afectados por Alzheimer, analiza qué impacto tienen estos trastornos en los cuidadores.
Y volvemos a recalcar que solo un reducido número de los 1.201 cuidadores preguntados, a pesar de las dolencias que padecen, estarían dispuestos a institucionalizar a sus familiares, y según Micheline Selmes, presidenta de la FAE, la mujer «se define como la cuidadora principal», siendo necesaria «fuerza de carácter para aguantarlo».
Para los valientes que deciden cuidar del enfermo en casa, decir que Selmes aseguró que «cuanto más tiempo esté el enfermo en su entorno, mejor estará» puesto que sus recuerdos serán más constantes que si está en un centro alejado de sus familiares.
Por su parte, el doctor José Manuel Ribera Casado, jefe de Geriatría del Hospital Clínico de Madrid, considera que «la figura del cuidador proporciona ventajas» puesto que es un «intermediario positivo» ya que se «ocupa de la medicación y los cuidados» personales del enfermo, y que «la sociedad debería valorar más las tareas de estas personas, porque si hubiera que pagar sueldos, la economía se resentiría».
Guiu, añadió que es necesaria la protección al cuidador porque «tiene un trabajo de 24 horas al día y sin vacaciones» y ejecuta una función como «observador», necesaria para un mejor tratamiento y cuidado personal al paciente.
En palabras de Adolfo Toledano, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el Alzheimer «no es una enfermedad que aparece y se va», y durante la mayor parte del tiempo después de su aparición, «los enfermos serán dependientes», por lo que es necesario «ayudar a las familias» en esta labor ya que «ahorran mucho dinero al Estado».