En tanto que una web sirve como escaparate de una empresa, organización, grupo, proyecto… es «ley de vida» que cada cierto tiempo se actualice, no sólo en contenidos, sino también en cuanto al aspecto se refiere.
Cuestiones como el diseño, «usabilidad» y tecnología … afectan directamente a la sensación de confianza que se genera en los usuarios. Es parecido a la moda… hay diseños de páginas web que son «típicamente» ochenteros y dan una sensación muy poco positiva de la organización que las mantiene sin cambios. Por otro lado los hábitos de los internautas evolucionan y se acomodan en las nuevas herramientas que proporciona la tecnología. Por ejemplo la interacción con redes sociales. Se puede decir ya, que quien no tenga enlaces a Facebook, Twitter o Tuenti desde sus webs, no son organizaciones «al día».
En fin, te propongo unas cuantas reflexiones para plantearte antes de llevar a cabo una remodelación o resdiseño de la página web de tu ONG.
Lo primero de todo, antes de emprender cualquier rediseño, tu organización debe tener claras sus metas y a quién va a dirigir la página web. Si no está esto claro… lo más probable es que tu sitio en Internet quede mal orientado.
¿Cuáles son sus objetivos? No solo en cuanto a la página web se refiere. También es importante tener un nivel de visión superior (organización). En base a la estrategia general de la ONG debes preguntarte ¿qué estás tratando de lograr con tu sitio web? ¿Estás tratando de atraer a nuevos usuarios, nuevos voluntarios? ¿quieres ofrecer algún servicio a los que ya son tus seguidores? ¿ quieres renovar la imagen de tu ONG?…
¿Qué estás haciendo bien? Antes de cambiar nada, analiza qué está funcionando bien, para lograr que siga haciéndolo en el futuro. Busca las palabras clave que están impulsando el tráfico en tu páginas, así como qué páginas tienen enlaces entrantes … Otra área que necesita ser evaluada a fondo es quién está visitando tu sitio y qué es lo que viene buscando.
¿Haces el cambio por las razones correctas? Aveces los rediseños web se asientan en motivos erróneos o insuficientes. No se trata de cambiar por cambiar… ni por motivos subjetivos… No es una cuestión de que al nuevo responsable «le guste o le disguste».
En muchas ocasiones se piensa que un «lavado de cara» en la red puede resolver problemas de visibilidad, recogida de donativos, proyección de la organización, relación con los voluntarios… que en realidad tienen su origen (y su solución) en acciones independientes a la web… o dicho de otra forma, no sólo con actualizar la herramienta web se solucionan.
¿Cuáles son las respuestas «correctas» a estas preguntas? (Bueno, vale, es una pregunta con trampa…) No hay una respuesta correcta a estas preguntas, cada ONG tiene diferentes motivaciones y objetivos en cuanto a su presencia en Internet.
Lo que está claro es que como en cualquier otro aspecto, es importante tomarse tiempo para pensar. Y también fijarse en qué están haciendo los demás… o dicho de otra forma, estudiar cómo los demás están respondiendo a sus propias preguntas (que pueden ser las mismas que las tuyas).
Buscando información para este artículo me ha llamado la atención la oferta de la empresa Complejo Creativo, que dentro de su estrategia de Responsabilidad Social Corporativa ofrece rediseño gratuito a ONG.