‘Coco’, el robot que ayuda a comunicarse a niños con autismo

Niño interactuando con el robot
Foto: Hospital de Manises

La Unidad de Neurorrehabilitación infantil del Hospital de Manises de Valencia cuenta con un miembro más en su plantilla.

Se llama ‘Coco’ y es un robot humanoide que ayuda a niños con trastorno del espectro del autismo. Diseñado por la Unidad de Robótica de la Universidad Jaume I, este nuevo ‘terapeuta’ habla, canta y baila.

Para conocerlo un poco más hemos hablado con María Isabel Cabezudo psicóloga clínica de la Unidad de Neurorrehabilitación del hospital valenciano, que nos ha explicado como “los niños con trastornos del espectro autista tienen muchos problemas a la hora de comunicarse así como en el desarrollo del lenguaje”.

‘Coco’ comparte aventuras con los más pequeños, de entre 3 y 5 años de edad. Con él realizan actividades de repetición para fijar conocimientos.

Si hablamos de conceptos como los colores, el robot lo va a repetir de una forma más automática para que el niño lo comprenda mejor

Pero, ¿por qué entienden mejor a una máquina que a un ser humano? Pues, según María Isabel, “si hacemos alguna expresión con la cara o algún gesto, eso les va a despistar y pierden parte de la información que les enviamos”.

El robot es más fácil de comprender porque como no tiene expresión facial no despistamos al niño

Coco llegó a la Unidad de Neurorrehabilitación a principios de octubre y ahora mismo se encuentra en fase de pruebas.

A partir de enero de 2015, tanto la Unidad de Neurorrehabilitación infantil del Hospital de Manises como la de robótica de la Universidad Jaume I comenzarán un estudio piloto con el fin de que este robot humanoide ayude a más pequeños.

Hemos detectado que ‘Coco’ capta la atención de los niños en determinadas tareas y actividades. Cuando está el robot y este empieza a hablarles y a moverse, ellos son capaces de estar pendiente de algo que en este caso es ‘Coco’

María Isabel Cabezudo también nos explica que otro de los aspectos que favorece el aprendizaje en niños con autismo es la música: «son capaces de aprender canciones o realizar actividades musicales».

El robot canta una canción infantil y cuando terminan de hacer la tarea, como refuerzo, el niño puede bailar con él

Esta es otra forma de instruirles ya que «por un lado los niños disfrutan con la música y, por otro lado, nos ayuda a que desarrollen el concepto de imitación».

Este tipo de robots «son de alto coste y se utilizan para investigar», nos explica la psicóloga clínico del Hospital de Manises.

Asimismo, con el estudio piloto se pretende comprobar si la intervención de ‘Coco’ como ayudante del terapeuta es más eficaz que sin él y verificar así cómo un robot también puede ayudar a favorecer el desarrollo de aspectos que tienen que ver con el lenguaje en los niños con trastornos del espectro del autismo.

«Si esto es así, entraríamos en una investigación más amplia donde incluiríamos a más niños. Posiblemente dentro de algunos años lo podríamos comercializar pero inicialmente no es nuestra intención», concluye María Isabel.