Son muchas las falsas creencias instaladas en el saber humano. Con orígenes variados, el paso del tiempo ha ido convirtiendo estos pensamientos en verdades incuestionables. Este es el caso de las teorías científicas que sugerían que un consumo moderado de alcohol podía prevenir el deterioro cognitivo y la demencia.
Pues bien, la ciencia evoluciona y con ella sus teorías, y así hoy en día se ha descubierto que el consumo menor a 40 gramos de alcohol al día en varones, equivalentes a cuatro vasos de vino, no protege de la demencia.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Zaragoza (UZ), integrantes del proyecto Zarademp, han sido los artífices de este hallazgo, fruto de un estudio en el que han venido a confirmar, entre otras cosas, lo que ya se conocía en el campo de la medicina desde hace años: el abuso de alcohol puede llevar a la demencia.
Cuatro años y medio de estudio sobre una población general de cerca de 5000 personas mayores de 55 años, han desterrado la idea de los efectos beneficiosos del consumo de alcohol en la salud mental.
Así, al final del estudio, un 13,3% de los individuos había desarrollado un deterioro cognoscitivo clínicamente significativo o una demencia. Entre los varones, el 45,2 % bebía vino con asiduidad, el 33,9 % era abstemio y el 20,9 % había dejado de beber.
El Proyecto Zarademp ha contado con la financiación del Fondo de Investigación Sanitaria del Instituto de Salud Carlos III y la Comisión Interministerial de Ciencia y Tecnología.