Mucho se está hablando de lo importante que es reciclar las bolsas, usar las reutilizables, etc. Pues bien, cuidado porque no es oro todo lo que reluce, y más vale que miremos bien qué bolsas nos dan ahora porque algunas pueden ser peligrosas para nuestra salud y para el medio ambiente.
Y es que acaba de salir una información que por lo menos a mi me deja preocupada: las bolsas reutilizables que se están presentando como alternativa a la de plástico de un solo uso, fabricadas en su mayoría en países asiáticos, no deben utilizarse en contacto con alimentos, ya que pueden ser incluso perjudiciales para la salud, según el Colegio Oficial y Asociación de Químicos del País Vasco.
Este colegio profesional ha expresado su intensa preocupación por la falta de rigor científico que, en su opinión, presentan las distintas campañas que se están poniendo en marcha en contra de las bolsas de plástico. En su opinión, estas campañas están invitando en muchos casos a conductas perjudiciales para el desarrollo sostenible y el medio ambiente:
«Resulta ciertamente preocupante que desde instituciones públicas y privadas se ofrezca como alternativa el uso de bolsas reutilizables como solución y no se informe de que dichas bolsas, en su mayoría fabricadas en países asiáticos y carentes de la preceptiva inscripción en el Registro Sanitario Industrial, no deben utilizarse en contacto con alimentos, pues pueden ser incluso perjudiciales para la salud».
Para que los materiales plásticos puedan ser destinados a entrar en contacto con alimentos es «legalmente imprescinible» que incorporen el símbolo del Registro Sanitario (una copa y un tenedor). En caso de que dicho símbolo no esté presente, el Colegio de Químicos «desaconseja vivamente su uso» para transportar comida.
Según afirman los químicos, algunos materiales que se están ofreciendo
como alternativa, como la lona, la rafia o el cáñamo:
«Pueden contaminarse con restos de alimentos frescos y ser un foco de hongos o bacterias peligrosas para la salud», mientras que el poliéster «emite una gran cantidad de disolventes orgánicos a la atmósfera».