Entrevista con el Padre Garralda

Fotos: Chiara Cabrera  Recibió el pasado lunes la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo. Un galardón que al Padre Garralda le viene como anillo al dedo, porque a sus 90 años, dice que “si dejo de trabajar me hago viejo de verdad”. A sus espaldas, toda una vida dedicada a ayudar a los marginados, “a los que nadie mira a los ojos”. Nos ha recibido en el nuevo centro para drogodependientes que con la ayuda de la Obra Social Caja Madrid, la Fundación Horizontes Abiertos ha abierto en Las Tablas (Madrid). Allí vive, entre los drogodependientes, “porque si no respiro con ellos no soy nada”.

Quería empezar la entrevista felicitándole porque el lunes le dieron la Medalla de Oro del Mérito al Trabajo… ¿Qué supone para usted este galardón?

Creo que en la vida lo que Dios quiere es que trabajemos de verdad. Como viejo que soy y con la experiencia que tengo, cuando miro el pasado veo que muchas veces he fallado y otras no. Pero el otro día, cuando el ministro de trabajo, que es el que sabe de estos temas, me entregó la medalla, me dio mucha paz. Jesucristo nos dijo que la gente debe ver nuestras obras, y si esa gente las ha visto y les ha parecido bien, eso me da una tranquilidad enorme, es señal de que voy cerca de Dios.

Ha estado más de 30 años al frente de la Fundación Horizontes Abiertos y ahora es presidente de honor, ¡pero veo que sigue trabajando como el que más!

La responsable directa, la nueva directora es María Matos que lo lleva todo con una eficacia impresionante. Y yo sigo trabajando como es lógico, porque si no trabajo me hago viejo. Yo vivo aquí, con los internos, con los drogodependientes, soy feliz. Gracias a ellos no noto los años. Yo de ellos no me separo, porque respiro con ellos y cobro fuerzas, si no respiro con ellos no soy nada. Pero las decisiones económicas etc. las lleva todas María.

Hemos estado leyendo su blog y nos ha gustado mucho, utiliza un lenguaje muy accesible ¡y casi podríamos decir que cada una de sus frases es un titular periodístico! ¿Le sirve el blog de desahogo, para liberar sus pensamientos?

La responsabilidad más grande que tengo ahora es la animación diaria espiritual de la gente. Y como tenemos muchísimos voluntarios y no puedo llegar a todos, por eso escribo el blog. En él voy dando ideas que ellos leen y que van cogiendo un poco como nuestra filosofía. Intento dejar claro que nuestro camino es un servicio descarnado al marginado, porque en él está Dios.

¿Tiene respuesta el blog? ¿Recibe muchos comentarios?

Claro que sí, como en general las cárceles están lejos, muchas veces los voluntarios cuando van de camino aprovechan para comentar y contestar al blog. Yo no soy doctor para enseñar, pero digo cosas para que le gente piense, y muchas de las cosas que digo reciben respuesta. A veces estarán o no de acuerdo conmigo, pero me gusta sentir que la filosofía de la Fundación, sus valores, sí que se están transmitiendo a los jóvenes que trabajan en ella.

Usted ha sido pionero en muchas de las reformas sociales que se han realizado en este país. Cuando empezó no había módulos en las cárceles para mujeres, ni se tenía en cuenta a los enfermos de sida, los drogodependientes tampoco tenían apoyo… convivió casi 30 años con estos últimos en el Pozo del tío Raimundo. Usted habrá visto una evolución enorme desde sus inicios hasta ahora…

Nosotros lo que hemos afianzado es una distinción que antes no era clara entre pobres y marginados. El pobre es un ser desgraciado pero querido por la sociedad. Cualquier persona que ve a una ancianita mal, sin recursos, o a un niño desnutrido, se compadece. Pero ves a un drogadicto tirado en la calle y le tienes miedo o sientes rechazo por él. También cuando se piensa en la gente de la cárcel se dice “ahí están esos sinvergüenzas, que paguen lo que han hecho”.

Pues bien, nosotros queremos estar con los marginados. A ellos cuidamos. Es decir, a los drogodependientes, la gente con sida, la gente de la cárcel, los sin papeles, los sin techo, los enfermos mentales, y a los niños que puedan nacer de esos ambientes. Y ese mundo marginal ya va tomando personalidad. Fíjate qué curioso que es exactamente el mismo mundo que pinta Jesucristo en el evangelio, el que aparece exactamente descrito en sus páginas, el mismo grupo de gente que hay a día de hoy. Y nosotros hemos descubierto a esa rama de la sociedad y en ella trabajamos.

¿Cómo ayuda la fe en este trabajo?

A mi al 100%, porque evidentemente si no tuviera fe, la vida de esta gente si tienes corazón te agarra. Pero en mi caso, pensar que son hijos de Dios y que estamos aquí para hacer lo que Dios quiere, ¡eso me da una fuerza que es la pera! A mi me trae sin cuidado si un día no rezo o me salto una misa, pero lo que me preocupo de corazón es de cuidar cada día de mi vida a los marginados.

Nuevo centro para drogodependientes en Las Tablas

El centro en el que estamos ahora mismo a cuántas personas atiende actualmente?

Acabamos como quien dice de estrenar el centro, y vamos poco a poco. Actualmente tenemos aquí dos programas y poca gente, hay un poco más de 30 personas internas. Pero esperamos que el año que viene lleguemos a los 100, es el centro más grande que conocerás en la vida. Pero como tenemos programas buenos, equipo bueno, y la casa está hecha a medida de las necesidades de los que están internos….

¿Qué es lo que se puede encontrar aquí en esta casa que mejore las demás?

Pues mira, estuvimos 6 años llevando en Barajas la mayor casa para marginados que había en España, con plazas para 40 personas. Con toda la experiencia adquirida se hizo esta casa, y por eso es una delicia manejarla. Tiene dormitorios muy buenos pero no son individuales, porque nos hemos dado cuenta de que una persona sola se come mucho el coco, y más si es drogodependiente.

Lo que queremos es que pasen la mayor parte del día socializándose, porque así se dignifican. Tenemos talleres, huerta, gimnasio, campo de deportes, cocinas… Todo tipo de actividades para que estén juntos y así se animen unos a otros. Es una casa que tiene muchísima luz por todas partes y sobre todo hay una habitación enorme con patio donde salen a fumar, a hablar, a ver la tele, etc.. Aquí se respira actividad al 100%, nada de dejarles en soledad a “comerse el coco”.

¿Ellos vienen de manera voluntaria?

Sí, ellos vienen de la comunidad o del ayuntamiento. Suele ser gente cogida de la calle o recién salida de la cárcel. Toda la gente que hay aquí es marginal, y es la mejor del mundo.

Comedor del centro

Y aquí reviven..

Es que ellos no reciben una palabra de cariño de nadie, sino el desprecio de todos. Llegan aquí los tipos medio asustados pensando “a ver ahora adónde me han mandado” y yo les doy un abrazo y les digo “estás en tu casa, colega”, y es que se les cambia la cara. En un sitio donde se les quiere y están felices. En la calle la gente ni les mira.

Sí es que es cierto que tenemos todos una gran tendencia a verles en la calle y no mirarles a la cara, quizá más por el miedo de la reacción que pueden provocar en nuestra pequeña vida bien organizada en la que no tenemos sitio para las miserias ajenas…

Has dicho una cosa de sabia. Ellos saben que son unos marginados porque nadie les mira a los ojos.

Es que eso nos lo dijo una vez en una entrevista una persona que vivía en la calle, que lo que más le dolía no era dormir en el suelo, sino el sentir que nadie les miraba a la cara…

Es la señal del marginado. En la misma cárcel tú entras con la cabeza agachada y nadie te mira a los ojos. Entras mirándoles a los ojos y sonriendo y se abren a ti. Es la diferencia, lo que les muestra que de verdad entras en contacto con ellos.

¿Hay muchos voluntarios trabajando aquí?

Tenemos casi 1000 voluntarios trabajando en nuestros diferentes proyectos, y aquí tenemos a personal cualificado trabajando, pero estamos preparando a voluntarios especiales para cuando llenemos el centro.

El centro lo ha financiado la Obra Social de Caja Madrid, ¿verdad?

Sí, lo pagó enterito, y también una casa de 3 pisos que tenemos de madres con niños. Y ayer estuvimos en Villanueva de la Cañada con las altas jerarquías y la Infanta Elena y también ese centro lo pagó Caja Madrid. Así que para nosotros su ayuda es esencial. Ellos conocen nuestras obras y les encanta lo que hacemos porque conectan con nuestra forma de trabajar, ¡quieren cuidar a la gente así!

¿Es elevada la tasa de éxito de recuperación de drogodependientes? ¿Es luego fácil su reinserción en la sociedad?

Mira, yo estoy harto de gente y entidades que incluso publican en sus actividades anuales que “atendemos a los drogadictos de las cárceles”… y yo les digo. “Ah sí? Y cómo les habéis atendido?” Y me responden que es que les han dado unas charlas. Si tú le dices a un drogadicto que sea bueno y luego te vas a tu casa, no has conseguido nada. Si tú tienes un enfermo de cáncer y le das una aspirina todos los sábados, el enfermo no se cura. Ahora, si a un enfermo de cáncer le haces un tratamiento serio, le podemos salvar. Y eso es lo que hacemos aquí. Un tratamiento serio a personas que son enfermas, y así se las reconoce desde que cambió la ley en el año 2002. Son enfermos graves, pero se curan.

Me gustaría saber qué le cuentan a usted porque seguro que va andando por el centro y le van parando para charlar…

Pues sí, muchas muestras de cariño, y me cuentan de todo, sus penas, sus preocupaciones, lo que les pasa, pero cada uno con su matiz. Y cuando ellos notan que les escuchan ya están felices. No hace falta ni que les contestes, como no les escucha nadie, cuando tú lo haces, te lo agradecen con el alma. Yo te aseguro que personas más fieles no encontrarás en ningún sitio. El cariño que nos tienen es infinito.

Claro, porque ustedes les miran a los ojos…

Exactamente… les queremos.

¿Qué es lo que la sociedad no ve de estas personas que están en riesgo de exclusión y que a usted le gustaría recordar?

A la sociedad le diría: ¿pero no ven que son enfermos? No les desprecie. Si uno va por la calle y un pobre se cae desmayado no le desprecias, si ves un drogodependiente ayúdale, los dos están enfermos, los dos se pueden curar.

Le queríamos hablar también de la campaña de las Obras Sociales de Bankia, cuyo lema es “tenemos mucho que decir”. Usted es una de las 10 personas que han puesto imagen a esta campaña en la que se quiere dar a conocer todo lo que las obras sociales hacen por los colectivos más desfavorecidos…

Es necesario. Realmente la gente en general está odiando a los banqueros porque dicen que son los que les roban y provocan el empobrecimiento de España. Que haya cajas que se dediquen a ayudar a los que nadie quiere ayudar, está dando un pulmón de esperanza. Que la banca no arañe hasta el último céntimo de sus ingresos y que destine una parte importante para los que necesitan, es un mensaje precioso. Nosotros no podemos más que agradecerlo. ¡Y Bankia es el primer banco de la nueva banca!

Por último, ¿puede usted mandar un mensaje a nuestros seguidores de las redes sociales?

El mensaje es claro. Los drogodependientes, los marginados, son personas como tú, ni más ni menos. Tienen todos los derechos, pero una enfermedad grave. Por tanto, tu responsabilidad y la mía es ayudarles a curarse de esa enfermedad y entonces serán exactamente iguales que tú o que yo.