El Mare Nostrum se ha convertido en el nuevo hogar de 38 especies marinas originarias del Atlántico y del Índico.
El Estrecho de Gibraltar y el Canal de Suez son las puertas de entrada y salida de estos exóticos vecinos, que atraídos por el aumento de la temperatura en el agua y las variaciones de los hábitats medioambientales han encontrado en el Mediterráneo un lugar al que mudarse.
‘Tropicalización’ es el nombre con el que investigadores y autores del libro ‘Invasiones de peces en el Mar Mediterráneo: cambio y renovación’ han bautizado el fenómeno que está modificando el censo del citado mar.
Estos cambios también afectan a los peces autóctonos. Mientras llegan nuevos, los de toda la vida como el chanquete o el espadín han disminuido su población, en cambio la serviola ha aumentado.