La imagen de la semana sigue siendo la crisis del Cuerno de África

Foto: © UNICEF/NYHQ2011-1116/Holt

La imagen de la semana no podía ser otra. El Cuerno de África se muere de hambre y desde aquí tenemos que hacer algo. ¡No podemos ver cómo mueren cientos de personas y mirar a otro lado porque nos impresionen las imágenes que nos muestran los medios de comunicación!

Pero no tengo con este post intención de herir sensibilidades sacando fotografías demasiado cruentas, Unicef ha elegido para nosotros las menos dolorosas, pero ojalá sirvan igualmente para concienciar y conseguir movilizar a Gobiernos y ciudadanos para ayudar. ¡Hay miles de maneras de hacerlo!

Por ejemplo, colaborar con alguna de las ONG que están sobre el terreno. Unicef junto con el Ministerio de Sanidad de Kenia y la OMS han lanzado esta semana una campaña de vacunación dirigida a los niños que viven en las comunidades de acogida de los alrededores de Dadaab, el campo de refugiados situado al norte de Kenia.

Ésta tiene como objetivo vacunar de sarampión y polio a 202.665 niños menores de cinco años así como suministrarles vitamina A y tratamiento antiparasitario contra las lombrices. La iniciativa es parte de un refuerzo de la región para asegurar que los niños que viven en las zonas afectadas por la sequía sean vacunados contra enfermedades que podrían acabar con sus vidas como el sarampión, que puede ser mortal en niños desnutridos, y protegerles contra la polio.

La cobertura de vacunación en Somalia es del 26% por ciento, una de las más bajas del mundo. En 8 distritos de Mogadiscio, incluyendo los masificados campos de desplazados internos, se ha establecido un plan de vacunación que tiene como objetivo llegar a 40.000 niños menores de cinco años y 46.000 mujeres.

En la región de Gedo, se está preparando la campaña de vacunación contra el sarampión, el tétanos toxoide y el suministro de la vitamina A y del tratamiento antiparasitario contra las lombrices, que cubrirá 6 distritos y alcanzará a 55.000 niños y 72.580 mujeres en edad fértil. Si el acceso está asegurado, Unicef, en colaboración con la OMS, expandirá la campaña a las regiones de Galgaduud, Gran Benadir, Bay, Bakool, Hiran, bajo Shabelle y Jubas en el próximo mes. El plan tiene previsto vacunar contra el sarampión a todos los niños de hasta 15 años, o sea, unos 2,5 millones de niños.

En el sur y centro de Somalia, se han confirmado casos de sarampión en Mogadiscio, así como casos de diarrea severa acuosa también en la capital y en las regiones de Afgoye, Baidoa y bajo Shabelle. Con tantos niños y mujeres en movimiento, cruzando las fronteras y convirtiéndose en nuevos desplazados internos, el reto es llegar a todos los pequeños, incluyendo los de más edad, para prevenir nuevos brotes de enfermedades. En muchas partes de las zonas más afectadas, los aliados en el terreno están empleando los recursos al máximo, tratando de  atender al gran número de personas que necesitan recibir este tipo de servicios.

Elhadj As Sy, director regional de Unicef para el Este y Sur de África, asegura:

“Esta es una crisis de supervivencia infantil. Los niños no mueren sólo porque no tienen suficiente comida. En las diferentes fases de desnutrición, son más propensos a enfermedades. A medida que las cifras de desnutrición plantean un gran reto, el peligro para los niños se hace más grande”.

La campaña en el norte de Kenia tendrá como objetivo vacunar a niños en las zonas de Garissa, Fafi, Lagdera y sur de Wajir. El plan incluye extenderla a los refugiados del campamento de Dadaab a principios de agosto. Unicef ha obtenido vacunas contra el sarampión y la polio y suministros de vitamina A y  tratamiento antiparasitario contra las lombrices para apoyar la campaña. También está promoviendo la movilización social y de la comunidad para asegurar que las personas sean informadas sobre la campaña y comprendan la importancia de la vacunación.

El sarampión, una enfermedad altamente contagiosa, plantea una seria amenaza ya que puede extenderse rápidamente en condiciones de hacinamiento e insalubridad, aniquilando a aquellos que estén débiles con motivo de la desnutrición. El sarampión reduce la resistencia de los niños hasta enfermarlos y los pone en riesgo de muerte cuando están desnutridos y padeciendo otras enfermedades. La vitamina A se suministra en emergencias para incrementar la posibilidad de sobrevivir a los riesgos de salud asociados con las condiciones de pobreza en las vive la población. Los niños que no tienen una cantidad suficiente de vitamina A se enfrentan a un 25% más de riesgo de morir de sarampión, malaria o diarrea.

Unicef calcula que necesitará 300 millones de dólares (207 millones de euros) para los próximos seis meses con el fin de intensificar sus operaciones de asistencia de emergencia y de prevención a los niños que sufren las consecuencias de la sequía en el Cuerno de África. El enfoque está puesto en la provisión de intervenciones integradas que traten varios aspectos de la supervivencia y el desarrollo de los niños, entre los que están incluidos los servicios sanitarios y la vacunación.