Un año más y, sin comerlo ni beberlo, ya estamos inmersos en la «vuelta al cole». Aun así, debemos sentirnos afortunados, ya que tal y como señala la ONG para el desarrollo Entreculturas, pertenecemos a esa porción del planeta (tan solo el 8% de la población mundial) que acumula el 50% de la riqueza total. Precisamente, y ante datos como estos, esta ONGD lleva casi 60 años combatiendo esa desigualdad a través la educación como medio de cambio social, justicia y diálogo entre culturas.
La educación sigue siendo la herramienta más poderosa para combatir la desigualdad. Una educación inclusiva, que atienda las necesidades de cada persona y que tenga en cuenta su derecho a ser diferentes.
El año pasado hacíamos hincapié en la importancia del acceso a una educación de calidad y este año, en esta misma línea, queremos poner el foco en que una educación de calidad es una educación inclusiva.
La Silla Roja de Entreculturas es una campaña de sensibilización que pretende concienciar a los más pequeños (y no tan pequeños) de que millones de niños ven privado su derecho a la educación. La silla roja se ha colocado ya en más de 300 escuelas. Entre ellas, el Centro de Formación Padre Piquer de Madrid. Su director, Ángel Serrano, respalda firmemente esta iniciativa que conciencia a los niños desde sus propias aulas de la importancia de la inclusión. «Proyectos como este son imprescindibles en la sociedad» comenta Serrano.