Las lágrimas podrían ser un marcador biológico del Alzheimer, según se indicó en la presentación de un estudio que van a llevar a cabo distintos investigadores de la Fundación CIEN.
Los autores de este proyecto de investigación pretenden utilizar las lágrimas de las personas que pueden ser posibles afectados por la enfermedad de Alzheimer para detectar la enfermedad de forma “más rápida, más directa y menos invasiva”.
El director del proyecto es Alberto Rábano, director del Banco de Tejidos de la Fundación CIEN, quien manifestó que el proyecto tiene como objetivo un “mejor diagnóstico” de la enfermedad porque los sistemas de detección del Alzheimer que se utilizan en este momento requieren «grandes molestias» y son técnicas invasivas y con riesgos.
Según los investigadores, la clave está en la proteína TAU, que se encuentra en grandes cantidades en organismos de personas sanas y no produce alteraciones, pero que sin embargo se convierte en lo que se conoce como ‘proteína patológica’ en las personas que han desarrollado Alzheimer.
Precisamente, el líquido acuoso de las lágrimas es un depósito en el que se pueden medir los niveles de proteína TAU en los individuos que han desarrollado la patología, datos que indicarían si la composición ofrece o no un marcador biológico de la enfermedad.
El estudio tendrá una duración de varios meses y se va a realizar gracias a la colaboración de la Asociación Alzheimer León, cuyos pacientes participarán en la evaluación de este trabajo. En total tomarán parte más de 90 personas, que se dividirán en tres grupos: sin deterioro cognitivo, con deterioro cognitivo leve y con demencia leve.
La Asociación Alzheimer León se ha elegido como punto neurálgico para la realización del proyecto porque en el centro de Alzheimer de la capital se realiza un seguimiento y un control exhaustivo a todos los pacientes y también porque los investigadores pueden tener acceso «a personas que presentan diferente nivel de desarrollo de la enfermedad».
El proyecto se dividirá en varios estadíos y en el primero Alzheimer León se encargará de la recogida de diversos parámetros en los pacientes como exploración neurológica, exploración oftalmológica, valoración neuropsicológica y recogida de datos clínicos. Una vez realizadas estas primeras evaluaciones, los investigadores de la Fundación CIEN someterán a los pacientes a una serie de pruebas no invasivas. Principalmente se tomará una muestra de lágrima por medio del test de Schirmer que es de carácter inocuo e indoloro. Esta prueba sirve para comprobar si el ojo produce suficientes lágrimas y en este caso tiene el propósito de evaluar el mecanismo de liberación de la mencionada proteína en la lágrima, y comparar los resultados de la misma entre individuos con demencia y sin demencia.
Así se podrá comprobar si las lágrimas de los miembros del estudio son realmente un marcador biológico del Alzheimer y con ello se podrá detectar de forma más sencilla si se ha desarrollado la enfermedad. Asimismo, este trabajo servirá para investigar nuevas terapias para hacer frente al Alzheimer.