Abramos los ojos. Ellos son más diferentes a nosotros de lo que nosotros lo éramos de nuestros padres.
Los nativos sociales, nuestros hijos, viven ya en un mundo global tan distinto al que nosotros conocimos en nuestra infancia, tan diferente al que nos explicaron en la escuela que ni ellos mismos imaginan el futuro que se les avecina.
Intento imaginar a mi hija, que apenas tiene 5 años, cuándo empiece a socializar con estas herramientas. Qué diferente concepto tendrán ella y sus congéneres de algo tan tradicional como la amistad, o cómo entenderán la privacidad, al entrar en juego nuevos elementos con los que habrán crecido desde su despertar a la vida, y que obviamente conocerán sus amistades futuras.
Estos nativos sociales concebirán un mundo diferente donde seguramente no primará ni el color de tu piel, ni tu nacionalidad o tu autonomía, ni tu aspecto físico, sino saber a qué red social perteneces y con esto conocerás sus intereses y aspiraciones futuras.
Las redes sociales han llegado para quedarse, no sé si en un futuro será Facebook, será MySpace, o será MSN. Lo que sí tengo claro es que contribuirán a crear un mundo mucho mejor, espero. No creo que tengan la influencia que piensan sus creadores, que estarán más interesados en los beneficios económicos de su negocio que en la influencia social de su creación. Lo que en mi opinión sí harán será terminar con un mundo dónde las fronteras se impusieron y dónde la gran mayoría de la ciudadanía tendrá una vida global y digital.
Podremos, y de hecho podemos ya, conocer cualquier noticia que ocurre en el mundo en unos pocos minutos, pero, además, las redes sociales permiten que se generen movimientos políticos y sociológicos de apoyo a cualquier causa, que hace unos años suponían años de trabajo y comunicación.
De acuerdo que muchas de estas campañas son absurdas, pero en esta maraña de invitaciones a grupos, donde nos piden desde que apoyemos a Snoopy hasta que apoyemos a una marca de cerveza, hay algunos que merecen nuestro más especial interés.
El futuro pasará porque nuestros hijos usen de forma correcta estas redes y nuestra obligación como padres será la de formarlos y educarlos en la correcta utilización de estos valores que ya están cambiando el mundo.
Arturo Yelmo