Ya ha llegado el frío, y con él las personas mayores corren un grave riesgo: la depresión. No es una amenaza baladí, todos los médicos alertan de que el hecho de que tengan que pasar más tiempo en su casa (el escaso y tenue sol les impide disfrutar de tardes de parques, reuniones al aire libre, etc.)
Además, como a casi todos nosotros, repercute, el frío en su estado anímico. No es casualidad que los límites de depresión en personas mayores se den, sobre todo, en ápocas de invierno.
Atención. Deprimirse no forma parte del envejecimiento. En absoluto. Muchas instituciones, públicas y privadas, ofrecen una multitud de actividades dirigidas a la tercera edad, sobre todo el Imserso y los distintos gobiernos autonómicos. Centros Culturales de casi todos los barrios de España disponen de clases de baile, relajación, pintura, fotografía…
La vida, a cierta edad, no tiene ni mucho menos que ser aburrida. Tampoco triste. Así que sólo tienes que pensar qué te gustaría hacer, aprender, y dirígete a tu Junta de Distrito. Allí te informarán de horarios, talleres, etc.