Las últimas previsiones sobre las consecuencias del cambio climático no son nada alentadoras. Según un estudio internacional en el que ha colaborado el CSIC y que publica la revista Nature Geoscience, el nivel del mar podría crecer hasta 20 metros de aquí a finales de este mismo siglo.
No es la primera vez que nuestro planeta se enfrenta a una situación parecida. Este hecho ya se produjo durante el Plioceno (periodo comprendido entre hace 5,33 millones de años y 2,58 millones de años) cuando los niveles de CO2 de la Tierra alcanzaron cifras similares a las que se están registrando en la actualidad.
Por aquel entonces, la Tierra experimentó un aumento global de la temperatura que llegó a ser de entre 2°C y 3 °C superior a la actual y similar a la prevista para finales del siglo XXI.
¿Qué sucedió entonces?
Ambos factores propiciaron la fusión de parte del hielo planetario, lo que provocó un aumento del nivel del mar de 20 metros. Hasta ahora, era sabido que el mar se elevó 10 metros debido al deshielo de Groenlandia y el oeste antártico pero, no se tenía la constancia de que el hielo del este antártico había añadido otros 10 metros al nivel del mar.
El trabajo se basa en el análisis de muestras de lodo del este antártico del Plioceno obtenidas a más de tres kilómetros bajo el nivel de la costa antártica extraídas en la campaña de 2010 del Programa Internacional de Perforación del Océano.
Su análisis químico ha revelado un deshielo parcial de las muestras experimentado durante el, hasta ahora considerado, periodo estable de la masa helada.
Dada la similitud entre las variables de CO2 atmosférico y temperatura del Plioceno y la época actual, la investigadora del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (centro mixto del CSIC y la Universidad de Granada) Carlota Escutia, que ha participado en la investigación, considera “muy importante entender cuáles podrán ser las posibles consecuencias”.
La capa de hielo del este antártico, cuya superficie equivale a la de Australia, se formó hace 34 millones de años y se la considera en estado estable desde hace 14 millones de años. Escutia explica:
Hasta ahora se consideraba que dicha capa de hielo era mucho más estable frente a los cambios del clima, pero nuestro estudio demuestra que es mucho más sensible de lo estimado
Los datos están ahí y ahora sólo queda seguir investigando para averiguar cuán rápido se producirá el deshielo, información que, resultará útil para predecir los efectos del cambio climático y, según Escutia, “para entender qué le pasará a la Tierra si no abordamos dichos efectos”.
La investigación ha sido liderada desde el Imperial College de Londres (Reino Unido) y ha contado con la participación de investigadores de Estados Unidos, Japón, Nueva Zelanda y Holanda.