Muchas personas con discapacidad son más libres gracias a la posibilidad de trasladarse en coche a cada destino que elijan. Se trata de una baza primordial en su lucha por la integración social. Por vivir como los demás. Por ser uno más en una sociedad que se mueve a gran velocidad, en coche o sin él.
La reserva de plazas de aparcamiento en las calles de las ciudades y pueblos es otro factor decisivo en este difícil camino. Las personas con discapacidad disponen de ellas en sus hogares, en zonas de trabajo y sitios similares. Sin embargo en ocasiones, quizá con demasiada frecuencia, encuentran esa plaza, su lugar, su sitio, ocupado por algún desaprensivo que a lo mejor no ha calculado bien el perjuicio que está ocasionando.
Finalmente interviene la autoridad, pero sólo en las ocasiones que logran ‘pillarlos in fraganti’. Y se trata de una falta leve. Es decir, una palmadita en la espalda, unos eurillos de multa y a correr. Mientras, las personas con discapacidad siguen buscando su sitio.
Por todo esto, en Iniciativa per Catalunya Verds (ICV) han presentado una proposición no de ley para que se sancione con la pérdida de dos puntos en el permiso de conducir a los conductores que se detengan o estacionen en estos aparcamientos reservados para personas con discapacidad.
La propuesta recoge las peticiones del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) y pretende que se considere la infracción por parada o estacionamiento en plazas reservadas a personas con discapacidad como grave, y no leve como hasta ahora, lo que comportaría la pérdida de puntos en el carné de conducir.
Concretamente, ICV propone que parar o estacionar un vehículo en plazas reservadas para personas con discapacidad sea como estacionar en carriles de transporte urbano o en lugares peligrosos que obstaculicen la circulación, comportamientos que en la actualidad comportan la pérdida de dos puntos del permiso de conducir.
El Cermi ha denunciado en repetidas ocasiones que el respeto por estos estacionamientos reservados es escaso o casi nulo, a pesar del esfuerzo de las administraciones públicas para promover la autonomía personal de las personas con discapacidad a través del transporte privado.
Tal y como han expuesto desde el Cermi, la movilidad por medio del transporte privado de las personas con discapacidad es uno de los aspectos esenciales para su normalización y para el logro efectivo de su autonomía personal.
El escaso, casi nulo, respeto de los estacionamientos reservados para personas con discapacidad comporta una grave falta de movilidad y un quebranto en las posibilidades de desenvolvimiento personal y por ende afecta a la circulación urbana al limitar las posibilidades de estacionamiento de este grupo de personas.