Cuando se cree que los conflictos armados son inevitables, quizá sea necesario algún tipo de incentivo para que los países enfrentados abandonen la idea de que la guerra es la única solución. Así lo piensan en la Universidad Carlos III de Madrid, dónde acaban de publicar un estudio en el que aseguran que las transferencias de recursos entre distintos países pueden evitar nueve de cada diez guerras en cierto tipo de conflictos bélicos.
Luis Corchón, catedrático de Economía de esta universidad lo explica de la siguiente manera:
“Si las guerras se deben a la desigualdad de recursos, el comercio o las ayudas entre países pueden ayudar a evitarlas”.
Las hipótesis de los investigadores se basan en que cuando las naciones comercian entre sí, nadie tiene incentivos para comenzar un conflicto. En este sentido, señalan que las probabilidades de que surjan las guerras por causas de desigualdad disminuyen al 4,6 por ciento. Sin embargo, este estudio no se puede aplicar cuando los factores que desencadenan los conflictos están relacionados con disputas religiosas, políticas o emocionales.