
Cada año cerca de tres millones de niñas y mujeres corren riesgo de ser víctimas de la ablación genital en el mundo, una práctica ancestral que causa graves secuelas físicas y psicológicas. Más 140 millones de mujeres han sufrido la mutilación total o parcial de sus órganos genitales externos.
Son las cifras que recuerda la Organización Mundial de la Salud (OMS), con motivo del Día Internacional de Tolerancia Cero a la Mutilación Genital, celebrado el pasado 6 de febrero.
La mayoría de estas mutilaciones, que se practican durante la infancia, conllevan graves riesgos para la salud y suponen una vulneración de los derechos fundamentales de quienes sufren esta lacra.
En países africanos como Níger la ablación está prohibida, a pesar de lo cual no se ha conseguido erradicar. De ahí la importancia de la labor que llevan a cabo los cooperantes de la Fundación para el Desarrollo de la Enfermería (FUDEN). Recientemente han estado en el país africano impartiendo un curso de salud sexual y reproductiva a cuarenta profesores colaboradores de la Escuela Nacional de Salud Pública de Niamey, en el marco de un proyecto llevado a cabo en colaboración con la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).