
Cada año unos 750.000 niños ven interrupida su educación o pierden la oportunidad de recibirla. Además, 72 millones de niños no van a la escuela en el mundo y más de la mital de ellos -37 millones– viven en países afectados por conflicto, según Save The Children.
Seis meses después del devastador ciclón Nargis que afectó a 2,4 millones de personas en Myanmar y que destruyó aproximadamente un 55% de las escuelas, todavía hoy los niños no consiguen en muchos rincones del país volver a estudiar.
Save the Children está sobre el terreno trabajando en la cooperación y desarrollo de las zonas más afectadas, y a pesar de que todavía no se considera la educación una prioridad, la ONG trabaja para que los más pequeños puedan formarse. Para ello, ha mejorado ya la educación de más de 100,000 niños y ha colaborado en la construcción de más de 350 escuelas temporales.