No hay duda de que ser voluntario es algo que enriquece a todos. Esa experiencia única de servir a los demás de un modo altruista que, digámoslo, es muy gratificante ya que la recompensa que uno recibe al ayudar a otras personas es más que proporcional al servicio prestado.
Cada vez más proliferan las acciones desde ONG, particulares, empresas e instituciones en las que se involucran personas voluntarias que con ánimo, buena actitud y, eso sí, sin olvidar la disciplina y la constancia (sin ellas el subidón del principio se queda en agua de borrajas), se suman a elaborados proyectos que, sin duda, logran loables fines.
Pues bien, este es el caso de la Universidad de Vigo, entre otras instituciones universitarias y entidades, que ha diseñado un programa amplio para voluntarios con campos de actuación como la atención a las personas mayores, la infancia, los colectivos desfavorecidos, el medio natural o incluso el apoyo a estudiantes con necesidades especiales o algún tipo de discapacidad.
De este modo, según informa la institución universitaria, los programas propios como los realizados en colaboración con asociaciones y ONG, que tienen como objetivo promover la integración del estudiantado en la realidad social y favorecer comportamientos colaborativos y asociativos, tanto dentro del campo universitario cómo del entorno social, terminan conviviendo no sólo pacíficamente, sino muy fructíferamente, juntitos y dados de la mano.
Por todo ello, el vicerrector de Extensión Universitaria, Xosé Henrique Costas, apuesta por dar un paso adelante para valorar como se merece este tipo de “formación imprescindible”, actividades que ya son valoradas muy positivamente por las empresas en los currículos para la selección del personal.
“Lo que tratamos es de ofrecer educación de vida, tanto para el estudiantado como para el personal de administración y servicios y los docentes, todos pueden disponer de dos horas a la semana para poder conocer otras realidades y colaborar”, explica Carmen Álvarez, jefa de negociado del Siope.
El vicerrector de la entidad matiza que:
“Hoy el voluntariado es uno de los índices de calidad que se tienen en cuenta para la financiación de la universidad y tenemos que potenciarlo para ser excelentes”.
Por lo visto, todos aquellos miembros de la comunidad universitaria interesados en ser voluntarios tienen ante sí un amplio abanico de posibilidades que van desde el acompañamiento hospitalario, labores de cuidado del medio ambiente, trabajo con infancia, deportes, intercambio lingüístico, apoyo a estudiantes con discapacidad, etc.
De carácter propio son programas como el ‘Piune’ o ‘Programa de Integración de Universitarios con Necesidades Especiales’, que busca voluntarios que ayuden en la integración en el día a día a compañeros con diferentes discapacidades como personas en silla de ruedas o ayudar a coger apuntes a alumnos ciegos.
Por otra parte, en colaboración con asociaciones y entidades, la universidad gallega tiene en marcha, y promete desarrollar, varias iniciativas de colaboración por ejemplo con a Cruz Roja, Cogami, Aspanaex, Fundación Juan Soñador, Afaga, la Asociación Española contra el Cáncer, Médicos del Mundo o la Fundación Secretariado Gitano.
Desde aquí, y ya que estamos en el Año Europeo del Voluntariado, animar a los alumnos de la Universidad de Vigo, a comprometerse en alguno de estos programas para que vayan ayudando al prójimo que es, en definitiva, uno de los aspectos que realmente nos hace crecer como seres humanos.