La estimulación cognitiva y motora, vital para pacientes de alzhéimer

Realizar actividades de estimulación cognitiva y motora puede resultar decisivo en el mantenimiento de la calidad de vida de un paciente de alzhéimer. Recientes investigaciones han demostrado que las personas que participan en esta clase de programas son, a largo plazo, capaces de mantener una mayor independencia en la realización de tareas y labores del día a día, como comer sin necesidad de ayuda, ocuparse de su aseo personal o vestirse.

Uno de los estudios fundamentales para probar que estas ocupaciones rutinarias son las más beneficiadas por la estimulación cognitiva y motora ha sido el llevado a cabo conjuntamente por la Fundación Maria Wolff, española; y el Langone Medical Center, de la New York University. Este trabajo, cuyos resultados fueron publicados en el volumen 45 del Journal of Alzheimer’s Disease, fue pionero en un aspecto relevante: por primera vez se hizo un seguimiento pormenorizado durante un largo periodo de tiempo.

Los estudios anteriores, basados en experiencias de semanas o meses, demostraban que los pacientes de alzhéimer sometidos a programas de estimulación cognitiva evidenciaban mejoras en funciones cognitivas superiores y en tareas rutinarias. Pero la investigación mencionada se propuso evaluar el impacto de estos tratamientos a largo plazo, observando y analizando resultados durante tres años.

Para ello, se compararon dos grupos de 40 personas con alzhéimer. Uno de ellos recibió un tratamiento de estimulación cognitiva y motora integral, en dos sesiones semanales de tres horas y media cada una. El otro hizo simplemente una vida normal. Y así fue como pudieron constatar que las actividades instrumentales más básicas, como asearse, vestirse o comer, son las más perdurables gracias al tratamiento. Su duración se extiende hasta tres años. Otras más complejas, como manejar dinero o cocinar, pueden durar hasta dos años; mientras que la mejora cognitiva en materia de lenguaje, comprensión, orientación o pensamiento se mantiene apenas un año.

Si quieres conocer más detalles sobre esta investigación y sus resultados, puedes descargar aquí el informe completo, tal como fue publicado en el Journal of Alzheimer’s Disease.

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