Oferta: «joven licenciado con Síndrome Down»

Mientras algunos jóvenes siguen luchando día a día por saltar la barrera de la pereza y alcanzar el simple aprobado en el bachillerato, Pablo Pineda, joven con Síndrome de Down, lleva más de dos años trabajando en el Ayuntamiento de Málaga. Su último logro: la licenciatura en Psico-pedagogía. Su secreto: confiar en sí mismo. Así es Pineda…

Un luchador que me ha impartido una buena e inolvidable clase de filosofía en la que el tema principal ha sido el positivismo y su influencia en el ser. ¿Alma y cuerpo son indivisibles? Realmente no lo sé, pero en el caso de Pablo, su «espíritu» abre las puertas que su «cuerpo» se encarga de traspasar.

De nuevo, un concepto filosófico llega a mi cabeza. La «virtud» de Pablo es dejar de lado todo aquello que supone un impedimento en su vida. Ejemplo de ello es la negatividad y desconfianza que le rodeó en la escuela cuando era un niño y que, quizá por desconocimiento, quizá por falta de interés, procedía de los profesores más mayores, fundamentalistas de la antigua escuela. Pablo supo dar un giro a esta actitud y quedarse con lo más relevante. Esto es, demostrar su elevada capacidad intelectual y su igualdad en una sociedad lamentablemente marcada por la hipocresía, en la que hombres como él hacen mucha falta.

El consejo que yo les puedo dar es que nunca pierdan el ánimo, que se consideren valiosos, que se acepten y que tengan amor propio, que no se acomplejen por nada, que no sientan envidia por nadie, ¡que vivan sin complejos! 

Más claro, agua.