20 años investigando sobre el alzhéimer

Fernando Valdivieso lleva casi veinte años investigando los entresijos de la enfermedad del alzhéimer. Sus estudios le han llevado a ser pionero en algunos de los descubrimientos de mayor importancia internacional, lo que le valió en 1998 el premio Nacional de Investigación sobre la enfermedad. Actualmente, y desde la Universidad Autónoma de Madrid, Valdivieso y su equipo le siguen la pista al origen de esta enfermedad desde un punto de vista novedoso y esperanzador.

“Se sabe que la enfermedad del alzhéimer puede ser de dos tipos: de origen genético, por mutaciones en determinados genes o –cuando se desconoce la causa- enfermedad esporádica. La gran mayoría de los casos de la enfermedad son de este tipo. ¿Qué tienen en común y que las diferencia?

En ambos tipos se produce la muerte de las neuronas y el cúmulo de una proteína, la amiloide, en el cerebro. En la enfermedad esporádica se desconoce por qué se produce el amiloide. Lo que nosotros estamos investigando es cuáles son esas causas en la enfermedad esporádica. La diferencia entre nuestro planteamiento y el de otros investigadores es que ellos dan por hecho que, como en los dos casos existe acumulación de amiloide, esta es la causa de la neurodegeneración en ambos casos. Nosotros queremos conocer la causa de la enfermedad esporádica para poder evitarla”.

Al parecer, el virus del herpes podría estar vinculado con la enfermedad, algo que se no descarta. Dos detalles le hacen seguir esta pista: que más del 60% de la población normal tiene un tipo del virus del herpes en las neuronas del cerebro y que han descubierto que una proteína asociada al alzhéimer, el APOE, es necesaria para el transporte de este virus desde la sangre hasta el cerebro.

También es incierta el papel de las células madre en la investigación sobre el alzhéimer.

“Tengo dudas acerca de la eficacia que pueda tener la aplicación de cualquier terapia celular en una enfermedad neurológica como la del alzheimer en la que la neurodegeneración está tan extendida. Pero también por el hecho de que sin evitar la causa de la neurodegeneración, no es previsible que las nuevas neuronas sobrevivan mucho tiempo”.

De lo que no hay duda posible, y es unánime la certeza, es que la financiación en general en España es muy deficiente.

“Seguramente somos privilegiados los que tenemos temas de trabajo que preocupan a la gente -nosotros contamos con una ayuda de Obra Social Caja Madrid-, pero en general la financiación es muy escasa, sobre todo en lo que se refiere a la contratación de personal investigador. Tengo a 20 personas trabajando en mi laboratorio, y creo que son dos o tres los que están financiados por organismos públicos. Es una pena, porque ahora hay una generación de jóvenes investigadores que están en la época buena de producir y la gran mayoría están frustrados porque no pueden trabajar o lo hacen mal pagados. Por no hablar de los que se tienen que quedar en el extranjero a su pesar”.

Una última cosa, ese medicamento, el alzhemerd. Sobre el que cientos de personas han puesto su esperanza:

“Creo que es un medicamento que está dirigido a impedir la formación de depósitos de amiloide e inhibe la respuesta inflamatoria. Esperemos que funcione y que efectivamente retrase lo más posible el desarrollo de la enfermedad. Pero desde mi punto de vista, lo ideal será prevenir el inicio de la misma. Por esta razón será bueno conocer los primeros acontecimientos de la patogenia de la enfermedad”.