Familiares de enfermos de Alzheimer exigen a las comunidades autónomas que cambien los protocolos sanitarios para que los acompañantes puedan entrar en los servicios de urgencias y en las pruebas diagnósticas, para evitar situaciones innecesarias en las que los afectados se desequilibran.
No es una solicitud caprichosa: estos enfermos necesitan tener en todo momento la referencia de la persona que está con ellos habitualmente, para que no comiencen a gritar o no permitan que se les hagan las pruebas necesarias. Además, el acompañante puede dar al médico información relevante que el paciente no ofrecerá, debido a su demencia.
En la actualidad, sólo el protocolo médico de Canarias permite a los familiares de enfermos de Alzheimer entrar con ellos en las consultas de urgencias y en las de pruebas diagnósticas. En la Comunidad de Madrid hay una experiencia piloto en esta línea en el Hospital Gregorio Marañón desde 2002, pero aún no se ha afianzado.