Muchas mujeres son mutiladas genitalmente cuando dejan de ser niñas y se convierten en mujeres. Así de crudo pero así de real. Aunque si el hecho de cambiar esto depende de gente que cree que esta mutilación forma parte de un proceso por el que toda mujer ha de pasar, la cosa se complica. El cambio deberá pasar pues, por las protagonistas.
El Gobierno de Gambia ha adoptado como programa nacional el proyecto ‘Iniciación sin mutilación’, cuyo objetivo es conseguir que las gambianas dejen de ser mutiladas en su adolescencia.
La iniciativa, dirigida por la antropóloga de la Universidad Autónoma de Barcelona Adriana Kaplan, quiere hacerlo sin alterar la tradición de una sociedad que entiende este fenómeno como un ritual de paso hacia la madurez. Para ello, el proyecto se desarrolla en diversas fases en las que se implica directamente al personal de atención primaria nativo para que difundan entre sus compatriotas que otra adolescencia es posible.
El compromiso en el que se basa el proyecto es el de firmar un documento según el cual, los padres se comprometen a que la niña no sufrirá la mutilación. Así, enseñanndo el papel, demuestran a los ancianos que no están yendo contra su autoridad, sino cumpliendo el compromiso adquirido. El proyecto ha tenido una gran aceptación en el Gobierno de Gambia que lo adopta hoy como propio.
En ningún momento se rompe el ritual, simplemente se acaba con la fase física y se mantienen las de transmisión cultural y de reconocimiento social. Aunque queda mucho por hacer. A comienzos de mayo se celebrará en Gambia una conferencia con importantes autoridades y líderes musulmanes, para que contribuyan a concienciar al difundir que la práctica de la ablación no está relacionada con el Corán, algo que comparte el Gobierno, también musulmán.