
En ocasiones, los niños que padecen alguna discapacidad no pueden integrarse en los juegos como cualquier niño de su edad. Esto es, por lo menos, lo que ha observado el escritor granadino José Martínez Sánchez, que en esta ocasión ha decidido escribir un libro llamado ‘Volver a Jugar. Juegos sin Barreras’, publicado por la Editorial Letra Clara.
Los quince años en los que trabajó con niños y adultos como animador sociocultural en diferentes fiestas de hoteles de la turística isla de Menorca, le sirvió para darse cuenta de que hay momentos en los que a los adultos les cuesta jugar con sus hijos con discapacidad, y decidió que una buena manera para lograrlo era elaborar una guía orientativa en la que tuvieran cabida todo tipo de juegos.
Pero, sobre todo, lo que quería era aportar su pequeño granito de arena para que todos los niños tengan las mismas oportunidades a la hora de jugar.
“En lo que verdaderamente quería incidir era en el hecho de que los niños con discapacidad física no sean excluidos de los juegos en grupo. Los niños son más abiertos en sus relaciones sociales y es importante incentivar este hecho para que en el futuro la sociedad sea capaz de romper las barreras que actualmente se imponen a determinadas personas”
Según José, se trata de barreras que responden a la educación que reciben en casa y que a veces no propicia, según él reconoce, “interactuar con otro tipo de personas”.
El autor de títulos como ‘Guía del Barman’, ‘Alfa y Omega’, ‘Una Ciudad sin Juguetes’ o ‘Nunú en la Isla de Pascua’, que reside desde hace diez años en Inglaterra, ha plasmado una obra en la que se dan a conocer los preparativos previos a los juegos para ahondar, seguidamente, en explicar todo tipo de juegos, desde actividades que se realizan en espacios interiores hasta actividades que se llevan a cabo al aire libre.
Se ha incluido una adaptación de los juegos para que puedan participar personas ciegas, sordas o que se desplazan en silla de ruedas y que además están abiertos para que los adultos los puedan adaptar a su manera.
“Una gran parte de ellos incitan a la movilidad, aunque también los hay de carácter reflexivo-educativo. No hay un límite de edad para este libro y está pensado para que los niños lo lean en compañía de sus adultos o al revés”.
No tienes excusa para descubrir cómo pueden convivir y relacionarse pequeños y mayores o niños ciegos, sordos o que vayan en silla de ruedas con otros niños. Así que, ¡a jugar!