No sabía lo que era un ecosistema bentónico, pero es bien sencillo. Se trata de la comunidad formada por los organismos que habitan el fondo de los ecosistemas acuáticos.
He querido explicar esto porque la Secretaría General del Mar acaba de comenzar una exploración de los fondos marinos internacionales situados en el área de regulación de la Organización de la Pesca del Atlántico Noroccidental (NAFO) para localizar y cartografiar la presencia de ecosistemas bentónicos vulnerables a la pesca de fondo.
Según informó el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, este proyecto denominado Nereida se realizará en colaboración con otros miembros de la NAFO, principalmente Canadá, y explorará los fondos del Atlántico noroccidental pertenecientes a aguas internacionales entre 700 a 2.000 metros de profundidad.
Hasta el 22 de agosto se tiene previsto finalizar este estudio y desarrollar otros dos a bordo del buque de investigación pesquera y oceanográfica Miguel Oliver en los que participarán científicos de la Secretaría General del Mar, del Instituto Español de Oceanografía y de organismos científicos de Canadá.
La información derivada de estas campañas permitirá ofrecer una imagen integrada y completa del ecosistema, así como identificar de modo preciso las zonas a proteger.
Este proyecto se realiza en cumplimiento de los requerimientos de la resolución de la Asamblea General de Naciones Unidas que pedía proteger los ecosistemas bentónicos.