El ciclo de la vida de un lago llevado al espacio

El pasado jueves 4 de junio la Ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, ha inagurado junto con el director de la ESA (Agencia Espacial Europea) y la rectora de la UAB (Universidad Autónoma de Barcelona) una instalación única en Europa. Se trata de la planta piloto Melisa, en las instalaciones de la Universidad Autónoma de Barcelona, cuyo objetivo es estudiar y demostrar la viabilidad de los sistemas cerrados de soporte a la vida. Aspecto clave para lograr que el hombre pueda realizar viajes más allá de nuestra órbita.

¿Realmente, qué cerca estamos los hombres de poder realizar un viaje interplanetario?, ¿años, lustros, siglos?

¿Cómo afectará a nuestra sociedad la posibilidad de crecer y expandirse más allá de nuestro planeta?

El principal experimento que se va a desarrollar en esta planta es comprobar si 40 ratas (que equivalen tanto en necesidad de oxígeno y alimento como en generación de residuos a un hombre) son capaces de sobrevivir en una atmósfera cerrada. En ella hay cuatro reactores que convierten los residuos y desechos de las ratas en dioxido de carbono y nitrato, que a su vez alimentarán a un vivero artificial de algas y plantas, que a su vez producirán la cantidad necesaria de oxígeno y alimento para que los animales puedan respirar y alimentarse de forma autónoma.

El director del plan piloto ha comparado el ecosistema con «la recreación artificial del ciclo de vida de un lago» para explicar la viabilidad del experimento. Aunque el proyecto aún se encuentra en una fase experimental muy temprana, su director se muestra muy optimista con este sistema pues afirma que existen grandes probabilidades de que se implante en un futuro no muy lejano. Incluso se ha pensando en la posibilidad de emplearlo en bases lunares y o en estructuras de supervivencia instaladas en otros planetas.

La propia ministra española ha comentado lo importante que pueden ser las conclusiones de este experimento desde un punto de vista económico.