Estuve de viaje en Francia y me llamó especialmente la atención un reportaje que mostraron en la televisión. Hablaban de un famoso botánico y paisajista, Patrick Blanc, que ha creado el concepto de los ‘muros vegetales‘ o ‘jardines vegetales’, que pretenden devolver a las ciudades un poco de naturaleza.
La idea consiste en lo siguiente: tras la construcción de una fachada, él crea un muro adicional en el que planta todo tipo de semillas, flores, plantas, árboles y arbustos, creando de esta forma una nueva fachada que puede llegar a tener más de 3.000 o 4.000 tipos de vegetales. Son impresionantes las formas, colores y especies que podemos llegar a ver en cualquiera de sus trabajos.
Las ideas las coge en sus viajes por todo el mundo, y ha realizado obras tan importantes como la fachada del mercado de Aviñón, el del hotel Pershing Hall de París, el de la embajada de Francia en Nueva Delhi (India) o el edificio administrativo del Museo del muelle Branly de París. Merece la pena conocer su obra. Es espectacular.
Enseñaron también su casa, y me quedé impresionada del muro interior que ha creado con todo tipo de plantas exóticas. Lo más impresionante: que tiene hasta pájaros, reptiles… ¡una auténtica parcela de selva en su propia casa! Y esto es un poco lo que él se propone: devolver la naturaleza a la ciudad.