Entrevista: ¿Te apuntas a recordar con nosotros los conflictos olvidados?

Foto: Gervasio Sánchez
Foto: Gervasio Sánchez

Gervasio Sánchez, del que ya os hemos hablado en algún otro post, nos ha mostrado con su cámara y sus textos durante años, la realidad de muchos países del mundo que nadie quería conocer.  Sabe de casi todos los conflictos olvidados, y en su caso es porque ha estado allí, en los lugares más remotos, abriendo brecha, informando, destapando la realidad. Y como él mismo dice, acercándose a la verdad, «Que viene de las víctimas, ya que ellas son la única verdad de las guerras». 

Como periodista  y como enviado especial por la paz de la UNESCO, has viajado a un montón de países en los que existían los llamados “Conflictos olvidados”. Es muy difícil lo que te voy a pedir, porque te voy a pedir que me resumas como en pinceladas muchos años, muchas experiencias, pero, ¿Cuáles son los conflictos que te parece que están especialmente olvidados por la comunidad internacional?

Si tuviésemos que elegir una zona, un continente, diría África. Todos los conflictos que se producen en el continente africano suelen ser muy poco cubiertos por los medios de comunicación internacionales y españoles. A veces hay medios que sí que ponen interés en determinados países. Por ejemplo los franceses en los países francófonos, los ingleses en sus ex colonias pero no tanto porque les preocupe la situación del país, sino más bien por intereses estratégicos.

El escándalo mayúsculo que resume todo esto te lo pongo con un ejemplo: el conflicto de la República Democrática del Congo, el más letal desde la segunda guerra mundial, con 3 millones de muertes desde mediados de los 90: prácticamente no se ha cubierto en España. Solo de manera muy excepcional y por un pequeño número de periodistas y por supuesto no de forma regular.

Pero conflictos hay muchos. Hemos visto recientemente lo que ha pasado en Sri Lanka y prácticamente los periodistas que han llegado a cubrir aquello ha sido porque coincidía con las elecciones en la India. Otros conflictos del sureste asiático como el de la antigua Birmania o los de algunas zonas de Tailandia tampoco se cubren. Y otros que lo hacen sólo cuando interesa: Afganistán hasta hace nada era un conflicto olvidado, pero ahora tiene un importante impacto mediático. Pero si ponemos la fecha del 10 de septiembre de 2001, es decir, el día anterior al derrumbe de las torres gemelas y tiramos hacia atrás, vamos a encontrarnos con años y años de olvido de ese país. Tendríamos que remontarnos casi a los años 80.

De todos los que has presenciado, ¿dónde crees que ni siquiera los medios han denunciado?

En estos momentos el conflicto de Somalia hay muchas cosas que se desconocen porque es muy difícil llegar a las zonas de conflicto: la dificultad de trabajar sobre el terreno, las posibilidades de que te secuestren, lo hacen un conflicto prácticamente imposible de cubrir al 100%.

O los conflictos de Irak, donde la presencia de periodistas extranjeros es cada vez menor por las dificultades también y por los peligros que hay allí y la mayor parte de las informaciones las hacen periodistas locales.

Otra cosa de la que todo el mundo se olvida es de las consecuencias de la guerra, y son realmente muy importantes.

¿Son los intereses económicos los que muchas veces no permiten que se solucionen ciertos conflictos?

La guerra es un grandísimo negocio. Mientras que los que participen de la guerra se beneficien del negocio, va a ser difícil que cerremos esos conflictos. Hay intereses estratégicos, en venta de armas… Y difícilmente una guerra se va a producir en un país donde no haya materias primas como petróleo, diamantes… Si te fijas, los países más pobres con menos materias primas son muchas veces los más pacíficos.

¿Donde has sentido que podía haber más esperanza de cambio?

En este mismo sentido, igual que lo veo el más desprotegido, también veo a África cuando pienso en cambios. Es cierto que hay conflictos endémicos de gran vulnerabilidad para la población civil como son las hambrunas, el impacto del sida o los niños soldado, pero por otra parte es el continente que más está avanzando en mejorar las vidas de todos. Quizá porque parte de unos niveles de subdesarrollo tan brutales que al final cualquier novedad es bien recibida. Estamos hablando de un continente con 52 países y con casi 1.000 millones de habitantes y creo que es la parte del mundo donde se producen los avances más interesantes.

Con tu trabajo tratas de mostrar las realidades que muchos prefieren ignorar. Has visto cómo tus fotos removían conciencias y procuraban ayuda a alguna de las causas que tú denuncias?

Quiero dejar claro que soy solo un periodista que utiliza la fotografía para demostrar lo que ocurre. Lo mismo que cuando escribo intento ordenar las palabras para explicar lo que puede pasar aquí o allá, igual que cuando hago radio. No intento cambiar nada ni me gusta la palabra ‘comprometido’ al lado de mi nombre porque soy simplemente un periodista. Lo que pasa es que yo creo que el periodismo es compromiso y por eso considero que es obligatorio contar determinadas cosas, llegar a determinados sitios y trabajar de determinadas formas.

Dicho esto, hay muchos tipos de periodismo, y en muchos de ellos se mueven intereses partidistas, económicos, políticos y que a veces son indecentes. Esto mismo es lo que ha provocado que la imagen de los periodistas esté deteriorada entre la población civil. Pero hay que aprender a distinguir entre el periodismo que se hace con unos intereses determinados y que no tienen nada que ver con lo que hemos aprendido en la universidad y el periodismo más vinculado a los problemas del mundo.

Muchos conflictos salen en la televisión pero al poco tiempo caen en el olvido. ¿Qué se podría hacer para que esto no ocurriera? ¿Cómo se podría cambiar las prioridades de la audiencia en cuanto a demanda informativa?

Muy fácil. Los ciudadanos, que son los primeros que se olvidan de los conflictos, antes incluso que los medios de comunicación, deberían utilizar sus armas para obligar a los medios de comunicación a mostrar interés por ciertos temas que son importantes para la sociedad. Si tú ves que tu medio de comunicación preferido no está tocando de alguna manera los temas que a ti te interesan de una manera decente, puedes iniciar una campaña para que eso cambie. Cartas de protesta, firmas, correos electrónicos, juntar amigos.. y seguramente los medios tendrán que darte una explicación.

Ahora hay mucho movimiento a través de Internet que se mueven por causas sociales, ¿eso podría ayudar?

Internet es un arma muy importante donde por desgracia circula mucha basura, por lo que hay que hacer las cosas bien hechas. A un periodista le pueden llegar un centenar de correos electrónicos diarios y si es una persona digamos con una actitud ética profesional, los va a leer y los va a intentar contestar. Pero por lo general la gente tiene otros intereses y hay que buscar muy bien los momentos para mandar las iniciativas, prepararlas bien, no correr, no hacerlo en función de las fechas mediáticas (por ejemplo las ONG que utilizan sólo el día internacional de algo para dar la voz de alarma sobre determinado tema, lo entiendo, pero debería ser una lucha de todos los días…).

Muchas veces también puede pasar que un partido político instrumentalice los sentimientos de los ciudadanos, que se coloque delante de determinadas manifestaciones cuando en realidad no debería estar ahí, y considero esto una vergüenza.

De hecho, durante los últimos tiempos he criticado muy duramente al partido socialista, porque en 2004 ganó las elecciones contra la guerra de Irak, y en 2005 duplicó la venta de armas españolas… Esto es una falta de respeto a la audiencia que por otra parte cuando se entera se queda con la boca abierta pero no pide explicaciones.

Creo que sigues en contacto con muchos de los personajes que has fotografiado y además en diferentes países, si no recuerdo mal hasta te han invitado a alguna de sus bodas. En general esas personas que fotografiaste en un momento terrible de sus vidas han salido del dolor o siguen sufriendo?

Lo que está claro es que mi relación con algunas personas que se han cruzado por mi vida es estrecha porque de alguna manera he trabajado con ellos en momentos duros, cuando ellos estaban sufriendo. Eran víctimas de las minas, de la guerra, o de otros problemas. Pienso que de alguna manera esa relación va más allá de la relación profesional, he mantenido contacto con algunos de ellos y creo que eso es importante.

Has dicho: cuanto más cerca estoy de las víctimas de una guerra, más cerca estoy de la verdad» ¿me puedes explicar un poco más ese pensamiento?

La verdad es la primera víctima de las guerras. Esa frase no es mía, la hemos aprendido todos en la universidad. A principios del siglo pasado ya se decía esa frase y tiene mucho de cierto. Como es muy difícil encontrar la verdad en medio del fragor del combate y en medio de los desastres bélicos, pues yo sigo una pequeña forma de relacionarme con la guerra. Pienso que si hay algo que es realmente incuestionable de una guerra son las víctimas. Es lo más tangible. Entonces yo he decidido que las víctimas son la única verdad de una guerra. Por lo tanto cuanto más cerca estoy de las víctimas, más cerca estoy de la verdad.

Has trabajado especialmente rodeado por los afectados por las guerras, especialmente los niños, ¿qué se puede aprender de ellos en aquellas partes del mundo donde se sufre?

En la guerra se aprende de todo el mundo que te encuentras, ya sea niño hombre o mujer. No me gusta abusar de la imagen de los niños porque aunque bien es cierto en ellos sientes más la violencia de la guerra y te duele más en ellos, no son los únicos que están ahí. Hay que recordar que las guerras largas han hecho posible que los adultos de hoy en día hayan sido niños de la guerra. Es decir, en un país como Sierra Leona, donde la media de vida son 39 años o en Sudán donde la media de vida son también 38 años, los más mayores, que pueden tener ahora unos 40 o 50 años, han sido niños de la guerra. Al final hay que hablar de las victimas, y por supuesto que de ellas se aprende en todos los conflictos. Quizá lo que más se aprende es a ver que el hombre no está condenado al fracaso absoluto, que en plena guerra civil o en plena situación de caos, hay civiles, víctimas civiles que se comportan con gran dignidad y se enfrentan al dolor y a la violencia de una manera muy digna…Y que se niegan a utilizar la violencia para combatir la violencia. Aprendes de la capacidad que tiene el ser humano de superar las consecuencias más drásticas, valoras al máximo su capacidad de supervivencia.

He visto a niños soldado que habían matado y habían vivido cosas terribles y luego estaban en la universidad. Pues de todas estas personas se acaba aprendiendo. Puedes ver a una víctima que ha perdido sus miembros inferiores y verla años después que se defiende con sus prótesis, que está estudiando y de una manera haciéndose mejor persona.

Cuando seas muy muy mayor y eches la vista atrás, ¿a qué y a quién crees que se acercarán tus recuerdos?

Mientras me pueda seguir mirando al espejo y sentirme no satisfecho (porque soy muy autocrítico y permanentemente insatisfecho), pero por lo menos no sentirme avergonzado de mi mismo, pues me sentiré bien. Y espero que cuando sea mayor pueda echar la vista atrás y pueda decir que he hecho lo posible para mantenerme con dignidad en esta profesión tan llena de gente indigna. Espero recordar con cariño a las muchas personas que me he encontrado a lo largo de tantos años de trabajo.