Llegan algunas medidas alternativas a los vehículos que funcionan por combustible derivado del petróleo, y, por ahora, parece que el primer vehículo que aterrizará en breve en el mercado será el eléctrico. De hecho, el Gobierno acaba de anunciar que colaborará con los ayuntamientos de Madrid, Barcelona y Sevilla para introducir 2.000 vehículos eléctricos entre las empresas, instituciones y particulares, en el plazo de dos años (en 2009 y 2010).
Las tres ciudades han respondido comprometiéndose a instalar 546 puntos de recarga para dichos vehículos en el horizonte de 2010, con una inversión total asociada de 2,5 millones de euros.
Y a los conductores que se animen, habrá ventajas: subvenciones de entre 750 y 20.000 euros por vehículo. En el caso de los turismos, las ayudas directas suponen hasta 7.000 euros por coche. Y más aún: el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, asegura que los vehículos eléctricos no tendrán que pagar por aparcar en las calles de la ciudad que cuenten con servicio de estacionamiento regulado, a partir del 1 de enero de 2010.
Y es que la utilización de estos vehículos, según el gobierno, permitirá reducir la dependencia energética española y el impacto medioambiental del transporte (que actualente supone el 33% de las emisiones de CO2).
Si todos nuestros vehículos fueran eléctricos se reduciría en un 50% nuestro consumo de petróleo, lo que entrañaría un ahorro de 11.000 millones de euros al año, apuntó el ministro de Industria, Miguel Sebastián. Igualmente, la dependencia energética, que hoy llega al 80%, se reduciría en 20 puntos, lo que equivaldría a multiplicar por tres el número de centrales nucleares o a triplicar la actual generación de energías renovables.
Un parque de vehículos eléctricos, además, supondría un ahorro de 81 toneladas de CO2 al año, lo que ahorraría más de 1.000 millones de euros en derechos de emisión y sería como plantar 2.000 millones de árboles en España, según datos del Gobierno.
El objetivo es que, en 2014, haya un millón de estos vehículos en circulación. Hasta el momento, y dentro del plan de competitividad del sector de la automoción, se han concedido ayudas por valor de 56 millones de euros a los fabricantes y se han creado grupos de trabajo con Nissan, Renault y Seat para diseñar un plan de actuación para estos coches.
Ahora bien, las organizaciones ecologistas no están muy de acuerdo con las cifras que desde el Ministerio de Medio Ambiente se han contado. No a todos les cuadran tantas ventajas ni les salen las cuentas. De hecho, Ecologistas en Acción no ha dudado en titular sus informaciones al respecto como «La quimera del coche eléctrico». Habrá que esperar a ver cuál es la realidad de esta nueva medida que tanto promete al medio ambiente.