¿Sabías que hace 100 millones de años los cocodrilos andaban sobre dos piernas y nadaban batiendo la cola en el actual desierto del Sáhara, que entonces estaba lleno de vegetación y lagunas? Este es el resultado del hallazgo del equipo de investigación de la Universidad de Chicago, capitaneado por Paul Sereno, que afirma creer que:
“Estas características pueden ser la llave para entender por qué prosperaron tanto y sobrevivieron a la era de los dinosaurios”.
Y no sólo eso sino que además se han descubierto cinco curiosas variedades de cocodrilo primitivo que han bautizado según su morfología: el jabalí (Kaprosuchus saharicus), la rata (Arapipesuchus rattoides), la tarta (Laganosuchus thaumastos), el pato (Anatosuchus minor) y el perro (Araripesuchus wegeneri). Los fósiles encontrados dan a entender, según dice el paleontólogo John Larsson, que:
«Cada especie tenia una dieta y un comportamiento diferente. Al parecer, se dividieron el ecosistema y cada uno se aprovechaba de una dieta para no hacerse competencia».
Mientras el cocodrilo jabalí, de seis metros y con un hocico que le servía para golpear, poseía tres tipos de colmillos para cortar la carne que comía; el cocodrilo-rata, de menos de un metro y dientes de conejo, se alimentaba de vegetales que excavaba de la tierra. Los esqueletos de cocodrilo-perro localizados en Níger muestran un hocico corto y canino. Por su parte el cocodrilo-pato y el tarta comían pescado. El primero tenía un hocico muy largo, mientras la cabeza del segundo era plana, con dientes puntiagudos que facilitaban la pesca de sus presas a las que esperaba durante horas con la boca abierta.
Si quieres informarte más sobre el hallazago, te interesará saber que el canal del National Geographic Society, que ha financiado la investigación, emitirá un documental en España el próximo 27 de diciembre.