Muniellos, el reservado edén cantábrico

Imagen del bosque de Muniellos¿Conoces el bosque de Muniellos? Te proponemos un pequeño viaje por este edén del cantábrico de la mano de nuestro compañero Rafael Olea, que es el autor de este post.

Este bosque, declarado Reserva de la Biosfera por la ONU, se oculta en uno de los rincones más escondidos de la Cordillera Cantábrica, alejado de grandes aglomeraciones humanas y ubicado entre dos concejos asturianos, Ibias y Cangas del Narcea, cuyos habitantes han sabido convivir de manera sostenible con la exuberante naturaleza que los rodea.
 
Muniellos está considerado como el robledal mejor conservado de Europa, a la vez que el más grande de España. Junto con los robles –entre los que se encuentra el Quercus orocantábrica, endémico de esa cordillera–, hay también numerosas hayas, acebos, serbal de los cazadores, abedules, así como innumerables helechos y líquenes que embellecen su paisaje.

La flora no es lo único destacable de Muniellos, ya que la fauna alberga numerosas especies –también endémicas– en peligro de extinción. Entre ellas, figuran especialmente los últimos osos pardos ibéricos o el preciado urogallo.

Muniellos ha sobrevivido gracias a su difícil acceso. Aún así, la fervorosa rapiña humana a punto estuvo de talar su bosque para comerciar con su madera. También, logró sobrevivir, con esfuerzo, a algún pirómano. Afortunadamente, el milenario bosque se mantiene como hace miles de años en un área de la Cordillera Cantábrica anclada en el tiempo.

La última gran tala se realizó en 1972. La preciada madera de los robles era enviada a Cádiz, especialmente al Puerto de Santa María, donde se transformaba en barricas para envejecer el cotizado fino de Jerez. El Estado, a través del ICONA, adquirió el bosque en 1973 y lo declaró Coto Nacional de Caza. En 1982 adquirió el nombre más políticamente correcto de “Reserva Biológica Nacional”. Finalmente, en 2000 la Unesco, a petición del Principado de Asturias, lo declaró Reserva de la Biosfera. Aún se caza, pero únicamente bajo estricto seguimiento.

Las huellas de la tala han desaparecido gracias a la reforestación natural. Hoy, el bosque se mantiene tal y como era hace miles de años. ¿Quieres visitarlo? Se puede visitar; eso sí, para preservarlo, el acceso está restringido y sólo se permite el acceso de veinte personas diarias. Las reservas se pueden realizar a través de la página www.asturias.es. También, se puede tramitar desde el teléfono 012, si se llama desde Asturias; o en el 985 279 100, desde fuera del Principado. El horario de las llamadas es, de lunes a viernes, de 8,30 a 19 horas.

Una vez confirmada la fecha para realizar la visita –suelen dar cita con varios meses de antelación–, es imprescindible confirmar entre los 23 y 15 días previos a la fecha reservada, pues si no quedará anulada. Además, existe la posibilidad de contratar un guía durante el recorrido. Para ello, deberá ponerse en contacto con el teléfono 661 9315 80.