‘Chicass10’, un blog entre rejas

logo mujeres intramurosNi son sólo diez chicas las que lo escriben ni tampoco tiene temática propiamente juvenil. Este blog escrito desde la cárcel por una veintena de mujeres reclusas toma el nombre del módulo 10 de la cárcel de Teixeiro (A Coruña). Un proyecto formativo y comunicativo concebido como una ventana abierta en los muros de la prisión para que la sociedad conozca la cara más humana de las internas.

Desde una carta a la familia anunciando que la próxima semana vuelve a casa, hasta un post titulado ‘Querido ordenador’, en el que se felicitan por los progresos informáticos tras horas de curso, pasando por poemas, historias de reinserción social feliz después de las rejas, la maternidad en prisión…. Son muchos y muy variados los temas que encierra este blog que cuenta con más de 20.000 lectores.

Afirma Francisca Pardo, una de las participantes en este proyecto, que en la cárcel hay que empezar de nuevo todos los días. Y algo así debió suceder en el 2001, año en el que Pilar Mingote, profesora en el colegio de Santa María del Mar y presidenta de la ‘Asociación Nosotras Intramuros’, entró en el centro penitenciario con la clara intención de trabajar con mujeres reclusas para forjar su inserción y ayudarles a romper la inercia penitenciaria a través de una actividad cultural.

Nacía así un proyecto cultural en forma de revista, ‘chicass10’, que según Pilar Mingote, permitía a sus 5 participantes, ‘tener algo en qué pensar durante la semana’. Una publicación que llegaría a sumar 18 números con tiradas de hasta 300 ejemplares.

En apenas nueve años el proyecto ‘chicass10’, no sólo ha conseguido adaptarse a las nuevas tecnologías, con la sustitución de la revista por un blog, sino lo más importante, ha resistido a la dinámica penitenciaria y a las dificultades económicas logrando permanecer fiel a sus objetivos:

“No nos interesa reivindicar nada, ni denunciar nada, nosotras hacemos para que este grupo de mujeres esté un poco mejor. El único objetivo de este programa es que se sientan un poco más libres como personas y mejoren su autoestima”, explica Pilar Mingote.

En la actualidad, 16 mujeres ponen voz a un proyecto que despierta el interés de muchas más reclusas, que según Pilar Mingote, no se pueden incorporar al blog ante la falta de recursos. Ninguna de sus participantes, salvo circunstancias de traslado de centro o puesta en libertad,  ha abandonado. Una constancia que ha sido premiada con el reconocimiento de cientos de asociaciones y organizaciones.

Por todo ello, hemos querido conocer un poco más acerca de su funcionamiento, de la mano de Pilar Mingote:

¿Cómo es el proceso de elaboración del blog?
Decide cada una el tema sobre el que quiere escribir, algunas veces los temas son generales y los decidimos entre todas. Los escriben a mano durante la semana y el martes por la tarde los leemos. Hasta este año he sido yo la encargada de subirlos, pero ahora, al tener un taller los jueves, ellas pican los textos y luego los seguiré subiendo yo al blog. Hacemos trabajo cooperativo, cada persona pone a disposición sus capacidades, y lo que no sabemos, lo aprendemos.

¿Se forma de alguna manera a las internas para que puedan escribir en el blog?

Sí. Se trata de que aprendan haciendo, es la única manera de adquirir competencias de lecto-escritura. Procuramos atenderlas individualmente, y las que ya saben, enseñan a otras y las motivan durante la semana para que trabajen. Es muy difícil mantener la moral allí dentro, y es fundamental la labor que realizan estas grandes mujeres con las que empiezan. No se podría haber llegado hasta aquí sin la labor a pie de módulo que realizan entre ellas mismas.

¿Existe libertad a la hora de elegir los temas? ¿Y en cuanto al tratamiento?

En el tratamiento de los temas tienen absoluta libertad. La única norma que tenemos es el respeto hacia las personas. Procuramos mantener nuestra dignidad entre los límites de lo admisible y lo no admisible moralmente.

Considerando el blog como una herramienta de comunicación, ¿cuál es su finalidad: comunicación con familiares o amigos o tiene un componente más reivindicativo?
La finalidad no es la comunicación con los familiares, sino aprender a manejar las herramientas digitales y crear puentes comunicativos con la sociedad para modificar los estereotipos que existen sobre la población reclusa.
No reivindicamos nada, desarrollamos un proyecto de educación y nosotras las ayudamos porque las mujeres en el centro penitenciario están discriminadas al ser minoría.

¿Qué ventajas a nivel social piensa que tiene esta iniciativa?

Pues es más que probable que la población bloguera, jóvenes en su mayoría, modifique la percepción sobre la población reclusa femenina, escuche en primera persona y saque sus propias consecuencias.

¿Cómo ha influido este proyecto en la reinserción social de las mujeres?

Este programa es muy reciente y humilde, nuestro objetivo es ayudarles a estar allí un poquito mejor, durante el tiempo de condena. No pretendemos otra cosa. Sabemos que los martes, día en que charlamos sobre los temas del blog y los jueves, con los talleres de alfabetización digital, nos están esperando y procuramos sacar adelante buenos proyectos para formar parte de los foros de la ciudadanía. Naturalmente las salidas para ellas son lo mejor de lo mejor, y si encima, sienten el reconocimiento social, pues se vuelven un poco mejor a la prisión.

Han contado con múltiples apoyos y con algún que otro premio, ¿están satisfechas con la aceptación social de su proyecto? ¿Creen que ha sido bien entendido?

Nos han pillado todos los premios muy de sorpresa, y la verdad, creemos que las ‘voluntarias de fuera’, es así como nos llamamos, estamos sobrevaloradas en lo que hacemos. Las ‘voluntarias de dentro’, las chicas10, son las que se merecen esos premios y muchos más.
La pobreza sigue teniendo cara de mujer, joven y presa. Las mujeres en la cárcel pagan otras condenas. Al ser minoría, no tienen el mismo acceso ni oportunidades a los programas dentro del centro.
Los premios son muy importantes porque reconocen el proyecto. Ahora bien, lo que más nos gustaría es contar con recursos digitales, un buen aula de informática, y el sueño sería poner en marcha el proyecto OLI, pensado para favorecer la igualdad de oportunidades en el ámbito de las tecnologías de la Información y de la Comunicación de los hijos de reclusas.

¿Tienen algún proyecto de futuro?

Ahora estamos preparando un acto para celebrar el Día Internacional de la Mujer dentro del centro penitenciario, más adelante un proyecto para el Día de la Ciencia en la Calle, y luego un taller de televisión…No paramos.