El otro día tuve el privilegio de asistir en el Instituto Francés de Madrid al preestreno de la película ‘Océanos‘, de los directores Jacques Perrin y Jacques Cluzaud (nominados al Oscar al Mejor Documental en 2003 por la increíble película ‘Nómadas del viento’).
Salí del cine realmente impactada por la increíble calidad de las imágenes, los sonidos más profundos e inéditos del mar y por descubrir innumerables especies que jamás hubiera imaginado que existieran en nuestro planeta.
Y es que ‘Océanos’ es una monumental producción de ocho años de trabajo, de los que sólo cuatro han sido de rodaje y que ha sido filmada por todo el planeta con las más innovadoras técnicas de grabación utilizadas por primera vez en un documental. Para que te hagas una idea, la película ha contado con más de 50 millones de euros de presupuesto, convirtiéndose así en la producción documental más cara de la historia del cine.
Y de verdad que merece la pena. Las cámaras -y tú con ellas- se adentran en las profundidades marinas más abismales, llegan a lugares en los que el hombre nunca había estado anteriormente (lo que ha provocado por cierto que con este documental se hayan descubierto cientos de nuevas especies hasta ahora desconocidas para la humanidad).
De la mano de las nuevas tecnologías, exploramos la cara más desconocida de la Tierra, desde las lagunas tropicales y los témpanos polares hasta las inexploradas profundidades donde no llega la luz del sol. Un impactante viaje que nos llevar a visitar a las majestuosas criaturas del mar que ya conocemos, a descubrir un poco más de las que poco sabemos y a quedarnos de piedra en la butaca al ver seres que no podíamos imaginar ni que existieran.
Una fascinante obra que no te puedes perder porque te proporciona un nuevo enfoque del océano y nos recuerda los problemas medioambientales más graves a los que se está sometiendo a su biodiversidad en cualquier parte del mundo, como pueden ser las capuras indiscriminadas que están llevando a muchas especies al borde de la extinción. De hecho, la escena más dura desde mi punto de vista es la que te muestra una de estas barbaries, la caza brutal de las ‘preciadas’ aletas del tiburón, en la que el espectador contempla acongojado cómo una vez se le cortan al animal, éste, completamente vivo, se convierte en ‘basura’ y se tira al mar sin contemplaciones. ¡Muy fuerte e indignantec!
Pero la película, aunque denuncia todo esto y nos habla a través de un abuelo y su nieto de las especies que la nueva generación ya nunca podrá conocer, es mucho más que una crítica a la explotación marina. Creo que nunca disfruté tanto con los sonidos del mar porque nunca supe hasta ahora cómo eran realmente a kilómetros de profundidad. Tampoco apreciaba como lo hago ahora la relación maternal que existe entre la orca y su pequeña cría… Creo que fue unánime en la sala del teatro la sensación de que nos adentrábamos en los secretos del mar, y que veíamos por primera vez las relaciones que se establecen entre la vida salvaje, los ecosistemas oceánicos y los seres humanos.
Se nota que me ha gustado, ¿verdad? Bueno, decirte para terminar, que el documental ha utilizado por primera vez una serie de cámaras especialmente adaptadas para la grabación oceánica introducidas en soportes hidrodinámicos de novedoso diseño, preparados para seguir a la misma velocidad a rápidas especies marinas como delfines y atúnes (es como si nadaras con ellos).
El documental es una coproducción de Vértice 360º con la francesa Galatée Films, que han contado con la colaboración de reconocidas entidades científicas de todo el mundo como el Museo de Historia Natural de París, La Fundación Sloan para el censo de la vida marina (EE.UU.), CNRS (Centro Nacional de Investigación Científica), IFREMER (French Research Institute for Exploitation of the Sea) o ESA (Agencia Espacial Europea).
La película llegará a las pantallas de nuestro país de la mano de Vértice Cine el 23 de abril. ¡No te la pierdas! Si quieres ver el tráiler, pincha aquí.