Pobreza, violencia y VIH en Sudáfrica, el país del Mundial

Niños sudafricanos de raza negra jugandoCon el partido entre las selecciones de México y Sudáfrica, este 11 de junio se inaugurará –por primera vez en África– la Copa Mundial de Fútbol FIFA 2010. Durante 30 días, Sudáfrica será el anfitrión de la contienda deportiva más importante del planeta, actividad para la cual se viene preparando desde el 2007 y que le ha demandado una inversión multimillonaria en construcción de estadios y servicios de transporte, hospedaje y alimentación para los miles de visitantes que llegarán a alentar a sus jugadores.

Sin embargo, y no es por agriar la fiesta, hay un ‘partido’ que tal vez pasará desapercibido durante los días de la contienda futbolística. Se trata de la pobreza y de las desigualdades que vive la población sudafricana.

De acuerdo con el Índice de Desarrollo Humano (IDH), elaborado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Sudáfrica es un país de grado medio, marcado por las desigualdades, donde una cuarta de la población oficialmente no tiene trabajo y vive con un euro al día y donde más de la mitad del país está atrapado entre los límites de la pobreza.

Aunque el lema del país es ‘Unidad en la diversidad’, sólo algunas familias sudafricanas han acumulado ingentes fortunas, mientras que la gran mayoría no tiene nada.

Sudáfrica es un país que se independizó del Reino Unido el 31 de mayo de 1910, donde viven casi 50 millones de personas y cuya extensión territorial, de 1.219.912 kilómetros cuadrados, equivale al tamaño de Portugal, España y Francia juntos.

Es un país que tiene tres capitales: Pretoria (administrativa), Ciudad del Cabo (legislativa) y Bloemfontein (judicial). No obstante, su ciudad más poblada es Johannesburgo, con 3.888.180 personas.

Conocido mundialmente por la figura de su líder Nelson Mandela (Premio Nobel de la Paz en 1993), este país sufrió hasta 1994 un régimen de separación racial llamado «Apartheid«, que fue implantado por los colonos ingleses y que discriminaba a los pobladores por el color de su piel. Este sistema marginaba a la población de raza negra, a pesar de que el 79,5% de los sudafricanos son de piel oscura.

Para ejemplificarlo, en 1989 un letrero de madera colocado en la playa de Durban, a orillas del Océano Índico, mostraba el siguiente mensaje:

“Según la ordenanza 37 del código de leyes de Durban, esta playa es para uso exclusivo de gente de raza blanca”.

Aunque estas divisiones raciales actualmente se han abolido de la legislación sudafricana, las diferencias entre los colectivos de blancos y negros no han cesado.

VIOLENCIA Y VIH
El anfitrión del Mundial FIFA no sólo enfrenta a la pobreza, sino también a otros flagelos como la delincuencia y el sida. La ONU considera que en Sudáfrica, 74 de cada 100.000 habitantes muere víctima de asesinato. Además, este país se ubica en el segundo lugar en el ranking mundial de asaltos, cuarto en el robo con sorpresa y sexto en robo de vehículos.

Para colmo, cada 26 segundos una mujer es violada en Sudáfrica y, según la ONG especializada en violencia de género Powa, sólo el 7% de estos ataques termina en una condena efectiva.

Con respecto al sida, el organismo Human Sciences Research Council (HSRC) estimó en 2009 que 5,5 millones de sudafricanos están contagiados con el VIH, es decir, más del 10% de la población. En el 2007 murieron alrededor de 350.000 enfermos a causa del virus, según la ONU. Además, cifras oficiales indicaron que en 2006, un 30% de las mujeres embarazadas se encontraban contagiadas del VIH. Estos datos convierten a Sudáfrica en uno de los cuatro países con más personas seropositivas del mundo.

LIMPIEZA DE POBRES

El obispo metodista Paul Verryn, pastor de una iglesia ubicada en el centro de Johannesburgo, denunció días atrás que el gobierno sudafricano está “limpiando” de pobres las calles de su ciudad.

“Tengo una profunda inquietud sobre el hecho de que existe la determinación entre la policía, en el departamento de desarrollo social, por todas partes, de librarse de esta gente, de forma que presentemos una imagen que sea buena, limpia y fresca”, aseguró el religioso.

Precisó además que durante los días del Mundial de Fútbol “no verá gente viviendo en la calle, porque las están ‘limpiando’. Pero siguen habiendo”.

Sin embargo, para el mismo Verryn, la organización del Mundial en Sudáfrica sí podría tener efectos positivos en esta nación.

“La Copa del Mundo tiene el potencial de hacer algo bueno. Tiene el potencial de lograr que esta nación trabaje otra vez junta, de recordarnos que el mejor legado que podemos dar al mundo es el hecho de que los prejuicios no funcionan. Y obviamente tiene un potencial enorme de traer ingresos. Y podría no ser malo para la nación reír, gritar y disfrutar de nueva cuenta”.