Llega el automóvil ecológico

Foto: MINI
Foto: MINI

El pasado jueves día 20, estuve en IFEMA en el ‘Salón Internacional del Automóvil ecológico y la movilidad sostenible. Un paseo muy interesante entre las más de 34 marcas que presentaban sus novedades más ecológicas. Todas competían por conseguir el ansiado primer puesto al coche más avanzado tecnológicamente y eficiente con el medio ambiente.

En general, la oferta de las marcas giró en torno al binomio eficiencia-sostenibilidad, que se materializó en propuestas como coches híbridos eléctricos, otros propulsados por gas natural, hidrógeno, biocombustible o energía solar. Junto a ellos, se presentaban otros modelos  novedosos por sus bajas emisiones y las últimas tecnologías en eficiencia energética.

Alvaro de la Herrán, director de prensa y relaciones externas de Volvo Car España, me contó un poco los tipos de coches que podíamos encontrar en su marca y en general en la feria:

«Podréis encontrar coches especialmente eficientes, que destacan por los bajos consumos y por los mínimos niveles de contaminacion de CO2; también coches con combustibles alternativos, como el etanol, el biogas, el biodiésel, etc. Por otro lado, la feria hace hueco a los coches híbridos, que combinan motor eléctrico con motor de combustión… Pero la verdadera estrella son los eléctricos».

Todos los expositores, en efecto, mostraban sus prototipos «eléctricos» y quise saber en qué situación está su desarrolo y si le queda mucho para ser, de verdad, un automóvil más en nuestras calles. Me encontré con que no es tan fácil. Así me lo contaba Herrán.

«Mientras no se incentiven este tipo de coches, no va a haber mercado para ellos. Esto requiere de un impulso oficial en forma de descuentos, de ayudas, y si estas no existen será imposible que los coches eléctricos tengan éxito en el mercado».

Además de otra serie de obstáculos que todavía se tienen que salvar: los coches eléctricos también tienen que conseguir las mismas características de confort y calidad que los actuales, y en eso se está trabajando.

Además, también se va a requerir que los hábitos de conducción de los usuarios cambien cuando se compren un coche de estas características, por una sencilla razón: la media de autonomía de un coche eléctrico es de 100 kilómetros, 6 u 8 horas dependiendo del modelo. Lo que lo convierte en un coche perfecto para usar en ciudad pero complicado para viaje.

Los ayuntamientos están pensando también en cómo y dónde ubicar los puntos  de recarga para estos vehículos, porque no todo el mundo podrá tener acceso a un enchufe en su casa.Tendrán que habilitarse sitios donde poder enchufarlo, recargarlo y pagar la cuota correspondiente a lo que haya costado la recarga.

Y luego están los precios. Pero en eso parece que los fabricantes están mentalizados. Alvaro de la Herrán nos comentaba:

«Está claro que ningun usuario va a gastarse un euro más por haberse comprado un coche eléctrico. Todos somos muy ecologistas hasta que nos tocan la cartera. Muy poca gente querrá hacer un esfuerzo si el coche eléctrico le cuesta mucho más caro, por lo que le tocará a los fabricantes ajustar los precios».

Con todo esto no he querido desanimar al futuro comprador de coche eléctrico, todo lo contrario. Creo que serán la alternativa limpia a la gasolina. Simplemente, me doy cuenta de que queda camino por recorrer. Incluso algunos expertos apuntan a que el coche eléctrico será un paso intermedio hasta llegar al coche propulsado por hidrógeno. El verdadero coche alternativo. Y fueron varios responsables de marca los que allí tenían claro que el futuro irá por ahí. El director de prensa concluía:

«Lo que pasa es que el hidrógeno es todavía una energía que no es viable porque es muy cara y porque todavía se tiene que trabajar en las áreas de seguridad del coche. Eso tardará un poco más, pero no tengo ninguna duda de que será el paso final».