Se dice que tanto el coche como la bici son vehículos de ‘combustión’. Mientras que el primero quema combustible y expulsa CO2, el segundo quema esos kilitos de más y expulsa las energías negativas del alma. Mover las piernas y sentir el viento en el rostro es mover el corazón.
En este sentido, cada vez son más las ciudades españolas que deciden establecer vías para ciclistas, con la finalidad de promover el uso de la bicicleta como un medio de transporte ecológico y saludable. Algunas de éstas son Oviedo, Burgos, Ponferrada y Huelva, las cuales –junto con Toulouse (Francia) y Lisboa (Portugal)– participan en un proyecto europeo que finalizará el 1 de julio de 2011, que consiste en difundir las ventajas de este transporte limpio así como adecuar las urbes con ciclovías.
Las campañas de difusión y sensibilización ya han empezado en estas ciudades y se complementarán con el uso de coches compartidos, cursos de conducción eficiente y la construcción de ‘carriles bici’ en las principales arterias.
Cáceres, en Extremadura, es otra ciudad española que promueve el uso de la bicicleta. Al respecto, el último 13 de junio, unas 5.000 personas participaron en la 32ª edición del ‘Día de la Bicicleta’, actividad que organizó el Club Ciclista Cacereño. Los participantes, en buena parte niños, recorrieron 11 kilómetros del casco urbano. Cabe precisar que el Ayuntamiento de Cáceres ofrece bicicletas de alquiler en distintos puntos.
Otras ciudades españolas como Santander o Valladolid, por citar algunas, le dan al turista la opción de pasear gratis en bici.
Málaga y Barcelona son ciudades donde incluso existe la posibilidad de movilizarse en ‘bicitaxis‘, un sistema que en Alemania ya lleva mucho tiempo circulando y que cada vez se utiliza más en todo el mundo. Se trata de una bicicleta acondicionada con una cabina, que permite transportar a tres personas (una conduciendo y dos sentadas), sin hacer ruido y sin contaminar.
Algunas ‘bicitaxis’, incluso, tienen un sistema de ayuda en las salidas y las cuestas, pero que no elimina la acción de pedalear.
Es preciso decir que la bicicleta no sólo es un vehículo que no contamina el medio ambiente, sino que su uso frecuente mejora la salud mental y física de la persona. Sólo como dato final, una persona que conduce un coche todos los días tiene más riesgo de sufrir obesidad, diabetes y un infarto cardíaco, mientras que un ciclista podría elevar su esperanza de vida hasta en dos años.