Cuidado Alzheimer: la asertividad del voluntario

Un voluntario con un señor mayor contemplando un paisajeSeguimos con los ‘Cuadernos prácticos sobre la enfermedad de Alzheimer y otras demencias, que editan AFAL y Obra Social Caja Madrid. En este caso nos centramos en los voluntarios y en el papel fundamental que juegan con los enfermos de Alzheimer. Y hoy os queríamos hablar de la asertividad, importantísima para que la relación con el enfermo y sus familiares sea más fluída.

Pero, ¿qué es esto exactamente? Nos referimos con asertividad, a la forma de comunicación más adecuada para el trato con el familiar y el enfermo. Ser asertivo significa, aquí, poseer la habilidad necesaria para elegir el mejor comportamiento en función tanto de las características de la situación a que nos enfrentamos, como de nuestros propios objetivos (mantener una buena relación, reducir en lo posible el coste emocional…).

Esta capacidad, debidamente ejercitada, dotará al voluntario de autenticidad y credibilidad ante los familiares y el propio enfermo. ¿Cuál es el comportamiento apropiado? Dentro de lo que hemos llamado comportamiento asertivo, existen dos posibilidades de comunicación: verbal y no verbal.

Por lo que respecta al comportamiento verbal, nuestro modo de expresión debe ser firme y directo, con objeto de transmitir confianza y evitar rodeos inútiles. Nos serviremos de expresiones del tipo de «quiero…», «opino que…», «me estoy sintiendo…», «¿qué piensas de…?», etc.

Con respecto al comportamiento no verbal, la expresión del cuerpo debe ser franca y abierta; la postura, relajada, con ausencia de tensión muscular; los movimientos faciales, pausados, sin atropellamiento ni nerviosismo. Deberemos conservar la cabeza alta, manteniendo el contacto visual con nuestro interlocutor; los movimientos de cuerpo y cabeza deberán estar igualmente orientados hacia él.

Nuestro tono de voz debe ser firme —evitando transmitir una sensación de duda o vacilación, puesto que el otro necesita, ante todo, un apoyo—; el espacio interpersonal debe ser el adecuado, evitando tanto un exceso de lejanía —que volvería difícil o imposible el clima de confianza que queremos crear—, como agobiar al otro con una excesiva proximidad, que podría generar en él una actitud de defensa.

¿Qué otras características debe tener una comunicación de estilo asertivo? Te las enumero:

a. Lograr el objetivo buscado sin ofender al otro.
b. Proteger los propios derechos y respetar los de los demás.
c. Conseguir satisfacción con uno mismo.
d. Permitir a la otra persona saber cómo nos sentimos.
e. Transmitir la sensación de que le comprendemos.
f. Ofrecer una explicación cuando es posible.
g. Saber cómo comportarse en cada situación.

Continuaremos la semana que viene con más consejos.