El otro día Elath y Kadher estuvieron disfrutando de un día de playa en Santander. Ninguno de ellos sabe hablar castellano, así que la conversación con un camarero encargado de servirles café a su vuelta al hotel fue un tanto difícil. Lo único que sacó en claro el empleado del bar cántabro fue la respuesta a su pregunta por el lugar de origen de los turistas: “yo soy palestino y él israelí” contestó Kadher.
Esta anécdota, fue relatada por el propio Kadher en un charla organizada en Madrid por la ONG Asamblea de Cooperación por la Paz, dentro del marco de la campaña ‘Caminos de Paz: otras voces de Israel y Palestina‘.
El camarero de Santander no podía entender como estas dos personas habían conseguido llevarse bien, dejando a un lado un conflicto que aparecía a diario en los informativos de televisión. Pero no es el único, familiares de Elath y Kadher habían tenido la misma reacción:
“También hay gente en nuestra familia, en nuestros barrios, que no creen que podamos hacer cosas juntos. Igual que el hombre español. Pero finalmente reconocen que esto es un hecho y por este hecho hacemos el trabajo que hacemos, que es muy difícil. Es como ir en una autopista en dirección contraria. Sé que es muy difícil hablar de paz en tiempos de guerra. Al principio no encontrábamos ningún apoyo, la gente pensaba que debíamos ir a un psiquiátrico”.
Que un palestino y un israelí compartan una jornada de vacaciones en una playa, es ya de por sí noticia Sin embargo, lo realmente relevante es que, ambos, son integrantes del grupo que consiguió firmar, el uno de diciembre del 2003, los ‘Acuerdos de Ginebra’.
Un total de diecisiete artículos que hablan de aspectos cruciales del conflicto entre Israel y Palestina. Desde la división del territorio (fronteras, soberanía, retirada israelí), la seguridad (con la creación de una Fuerza Multinacional), o la consideración de Jerusalén como la capital de dos Estados; pasando por la protección de los refugiados y la puesta en libertad de determinados prisioneros y detenidos palestinos; y concluyendo con medidas fundamentales como son el acceso al agua.
Los acuerdos de Ginebra son el resultado de dos años de negociaciones no oficiales. Doce meses que representan el hartazgo de sus firmantes, cincuenta miembros de la sociedad civil de ambos lados, ante sesenta y dos años de conflicto. Un cansancio que se refleja en la última encuesta celebrada el pasado mes de junio. En ésta, el 52% de los ciudadanos se mostraron dispuestos a apoyar el paquete de Ginebra y entre el 65 y el 75 por ciento apoyaría la idea de los dos Estados. Afirma Kadher:
“Yo voy a hablar un poco de la confusión entre lo que el pueblo quiere y la ignorancia de los políticos. La gente está cansada de este conflicto. Llevamos 62 años y quieren alguien que les ayude y los políticos parece que no lo hacen”.
Sesenta y dos años de conflicto que no ha permitido a los israelíes sentirse más seguros ni tampoco ha colmado las aspiraciones territoriales de los palestinos. Algo que afirman, se conseguiría tan sólo con 1 año de negociaciones serias en el marco de Ginebra:
“Esta realidad necesita que se tomen concesiones a ambos lados. Llamaré a mi amigo Elath y le diré que los israelíes no serán capaces de echar a los palestinos fuera, lo llevan intentando sesenta y dos años y que los palestinos no serán capaces de echar a los israelíes al mar porque lo llevan intentando sesenta y dos años”.
Guerras, masacres, atentados, desplazamientos masivos de población y hasta la construcción de muros, son el balance de lo que ha dado de sí la violencia durante estos años. Un periodo en el que ambos lados han hecho muchas cosas, salvo alcanzar un acuerdo. Ahora, Netanyahu y Abbas parecen dispuestos a sentarse a dialogar a partir del mes de septiembre, algo que no convence del todo a Elath y Kadher:
“El presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas preguntó a Israel acerca de las medidas de seguridad y las fronteras y según lo que yo sé, el Gobierno de Israel no ha respondido, por lo que no entiendo como van a empezar la negociación”.
Por ello, Dunayevsky y Kadher trabajan activamente, a través de sus respectivas ONG por sensibilizar a la población sobre el programa de paz. Un programa en el que se habla del ‘Acuerdo de Ginebra’ a estudiantes, políticos, mujeres y niños, para que consigan alzar la vista y mirar un futuro de paz en medio de un presente de oscuras perspectivas.