El otro día pasé la mañana en el Centro de Mayores Reina Sofía, ubicado en el número 26 de la calle Infanta Mercedes de Madrid, y debo deciros que fue una experiencia de lo más enriquecedora. Me encontré con un montón de personas mayores que disfrutan de una nueva etapa de la vida cargados de ilusión y energía. Ahora os cuento el por qué…
Resulta que en este centro y en el Espacio Pozas 14 (C/ Pozas, 14), la Obra Social Caja Madrid y la Cruz Roja organizan unos talleres para personas mayores cuyo principal objetivo es fomentar el envejecimiento activo. La temática de los cursos es muy variada. Desde talleres de manualidades a cursos de idiomas, pasando por clases de informática o de yoga, alternativas de lo más diversas y que cuentan como único requisito el ser mayor de 50 años.
Hemos hablado con Pilar Sánchez, coordinadora de este proyecto de envejecimiento activo, quien nos ha contado lo que pretenden conseguir con él:
“Los cursos consisten en mantener a la persona mayor activa y que encuentren una manera de conservar sus facultades físicas e intelectuales. Después de la vida laboral, los mayores deben seguir activos y participar en la sociedad».
Pero nadie mejor para describir los talleres que sus propios usuarios. Os dejamos con Ángel Fernández, quien está apuntado al curso de gimnasia:
“Recomiendo a otras personas mayores que se apunten a los cursos. Creo que deberían ser obligatorios, porque es malo que una persona se deje a causa de la edad”.
La opinión de este usuario es muy similar a la de Ángel Veliz, un hombre que rebosa vitalidad a sus 86 años:
“Es muy importante para mí venir aquí, me sirve para distraerme. Tengo un familiar que está perdiendo la memoria, yo le digo que es muy importante que se mantenga activa y que se distraiga. No hay que abandonarse”.
También hablamos con Ángela, Josefa y Ana, tres amigas que han entablado relación gracias a los talleres y que comparten clases de gimnasia e informática. Josefa explica como se apuntó a los cursos:
“Me los recomendó el marido de una amiga hace bastantes años y hasta hoy. Es una experiencia estupenda”.
Ángela, la más nueva del grupo, nos cuenta que no ha dejado de recomendar los talleres entre sus amistades. Por último, Ana finaliza con una frase de lo más certera, con la que nos resume la intención de los cursos:
“Si el espíritu se tiene joven, hay más voluntad para hacer las cosas”.
Tengo dos buenas noticias para los interesados. La primera es que acaban de comenzar los cursos de verano en ambos centros y la segunda es que ya se preparan para septiembre nuevos talleres de juegos reunidos, psicomotricidad y alemán, que irán acompañados de un ciclo de cine. Una oferta de lo más interesante para todos los gustos. ¿A qué esperan? No se lo piensen ni un segundo. ¡Apúntense a los talleres!