Por un tratado internacional definitivo contra las armas

Foto: © AI
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Cada minuto muere una persona por la violencia armada y miles más sufren heridas y abusos cada día por las armas. Y es que 128 conflictos armados han acabado con la vida de al menos 250.000 personas al año desde 1989.

Daniel Mack, coordinador de Política y Defensa, Control de Armas, del Instituto Sou da Paz de São Paulo afirma:

«La mitad de las personas más pobres del mundo vive en Estados donde existe el riesgo de que haya o donde ya hay un conflicto violento. La mayoría de las violaciones graves de derechos humanos se cometen con armas convencionales, especialmente armas pequeñas, armas ligeras y su munición, se emplean. Ya es hora de que haya un Tratado sobre el Comercio de Armas que proteja realmente a las personas y no sólo a los Estados».

Para apoyar esta idea, la campaña ‘Armas Bajo Control‘, creada por una coalición de ONG de más de 100 países, entre ellas Amnistía Internacional y Oxfam Internacional, exige a los gobiernos que elaboren un nuevo tratado internacional sobre el comercio de armas.

Y algo se puede hacer: la Asamblea General de la ONU ha acordado por mayoría trabajar por un Tratado sobre el Comercio de Armas que establezca reglas y normas internacionales con el fin de regular mejor el comercio. Pero el tiempo apremia, porque la institución ha asignado cuatro semanas, 120 horas de tiempo real para negociar y desarrollar el texto del nuevo instrumento internacional antes de la conferencia de negociación final de 2012.

Así que ya hay negociadores de 151 Estados miembros de la ONU iniciando conversaciones sobre este asunto, pero lo que pide ‘Armas bajo control’ es que los gobiernos dediquen recursos diplomáticos reales para redactar un tratado firme y eficaz para controlar el comercio de todas las armas convencionales, sus municiones y equipos.

La coalición de ONG afirma que actualmente no existe ninguna norma internacional exhaustiva y legalmente vinculante que regule el comercio de armas convencionales y las lagunas y huecos de los mecanismos de control nacionales permiten que las armas terminen en zonas de conflicto y en las manos de quienes cometen abusos graves contra los derechos humanos.

A POR UNA MAYORÍA

La inmensa mayoría de los gobiernos de África, América, Europa y Asia han votado en la Asamblea General de la ONU desde 2006 a favor del desarrollo del tratado. En diciembre de 2009, 151 de los 192 Estados miembros de la ONU votaron a favor de iniciar negociaciones formales. Sin embargo, hay alrededor de 20 Estados que se vienen absteniendo en las votaciones sobre el Tratado sobre el Comercio de Armas.

Brian Wood, director de Amnistía Internacional para ‘Armas Bajo Control’, afirma:

«No se debe permitir que una pequeña minoría de Estados, por poderosos que sean, obstaculice el progreso en Nueva York (Estados Unidos) en las próximas dos semanas. El mundo necesita con urgencia un Tratado sobre el Comercio de Armas a prueba de balas para salvar vidas, proteger medios de subsistencia y salvaguardar los derechos humanos«.

Esperemos que todos los estados que faltan den el paso y se comprometan rápidamente a crear finalmente un tratado en condiciones contra el uso y el abuso de las armas. Ya está bien que sean los inocentes los que sufran las consecuencias de la falta de compromiso de unos pocos.