«He superado un cáncer de mama»

Foto: AECC
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Se llama Anuncia, y hace ya siete años que pasó por un cáncer de mama. Fue un camino duro en el que ella misma entró tirando la toalla… y salió vencedora. Y su caso no es el único. Hoy, 19 de octubre, Día Mundial contra el Cáncer de Mama, queremos recordaros que esta enfermedad tiene cura y que  sólo es cuestión de prevención. Anuncia nos cuenta su caso y esperamos que os sirva de ánimo y de ejemplo.

«Cuando todo esto empezó, mi marido estaba grave con una leucemia. Fue durante los meses de su enfermedad cuando yo me descubrí un bulto en el pecho. Pero estaba demasiado pendiente de él, de su evolución, como para para ocuparme de mi misma. Decidí darle preferencia a él, aunque en el fondo de mi sabía que algo iba mal».

Anuncia pasó los peores meses de su vida, ya que su marido falleció al cabo de 13 meses de enfermedad y a su profunda tristeza se unía el presentimiento de que ella iba a tener que pasar por lo mismo, el bulto había ido creciendo.

«Dejé pasar siete meses tras el fallecimiento de mi marido para ir a revisión. Yo era totalmente consciente de la situación y me esperaba el veredicto que efectivamente me dieron. Me dijeron que tenía un cáncer de mama y que me tenían que extirpar el pecho. No sabes lo mal que me sentía. Era como si me hubiera caído en un pozo y me hubieran puesto una piedra para que no pudiera ver la luz… Y a los siete meses, cuando estaba empezando de nuevo a salir a la superficie, me volvía a ver metida en un pozo todavía mayor».

Anuncia daba por sentado que iba a morir. Venía de vivir en primera persona el caso de su marido y ella estaba convencida de que no tenía solución. Para ella el cáncer no tenía cura.

«Cuando los médicos me hablaban de revisiones en tres meses, de quimioterapia, etc. yo no les hacía ni caso porque estaba convencida de que no tenía nada que hacer».

Pero tras la operación en la que le extirparon el pecho y durante la quimioterapia, Anuncia empezó a creer que igual sí que tenía esperanza y que podía salir de todo aquello.

«Fue muy duro cuando me extirparon el pecho, me sentía fatal. Me compré una prótesis en una ortopedia, pero era muy molesto. Y yo que siempre he salido a hacer senderismo, estaba muy incómoda con aquello. Pero lo cierto es que poco a poco empezaba a pensar que quizá hubiera posibilidades de salir de todo aquello».

Tras cinco meses de tratamiento, Anuncia estaba curada. Soportó la quimioterapia con mucha valentía y en la revisión tras las sesiones todo estaba bien.

«A los dos años de que me quitaran el pecho, me hice la reconstrucción. Me puse en manos de cirujanos plásticos y aunque la operación no es un camino de rosas, estoy encantada, feliz, me siento estupendamente. Soy otra persona, además, ha cambiado totalmente mi forma de ver la vida. Disfruto todo muchísimo, soy feliz con las pequeñas cosas, lo material me da exactamente igual, ayudo más a la gente. Me ha cambiado la vida pero para bien. Lo verdaderamente importante son los amigos, la familia. Al final sí que había luz en ese pozo y salí de él. Ahora pienso en aquello como si fuera algo que no hubiera vivido yo».

Las revisiones se han ido espaciando y ahora mismo sólo tiene una anual. Todo ha ido bien.

«Por favor, le digo a todas aquellas personas que pasen por esto que confíen en sus médicos, que no se anticipen a lo que pueda venir, que afronten los días uno a uno, que no dejen entrar la angustia del qué pasará si… que salgan, que hagan vida normal, que pasen mucho tiempo en la calle, que no se encierren en su casa. Y que de esto se sale. Muchísimo ánimo, no tiréis la toalla nunca».