El Centro de Formación Padre Piquer, ejemplo de integración educativa

Foto: Chiara Cabrera
Fotos: Chiara Cabrera

Os quería hablar de la labor integradora y educativa que tiene el Centro de Formación Padre Piquer de Madrid. Con un 32% de alumnado inmigrante, es un ejemplo de progreso en cuanto a técnicas empleadas, capacidad de inclusión y resultados formativos.

Este centro es el primer espacio educativo promovido por Obra Social Caja Madrid hace cerca de 50 años, en el barrio de ‘La Ventilla’, y el mayor de los 11 centros educativos sostenidos por la entidad. En términos de plazas académicas, más de 1.000 jóvenes se forman en él cada año y se caracteriza por estar a la vanguardia en innovaciones educativas así como por su atención a la diversidad.

Ofrece una educación integradora y comprometida en la inserción social, cultural y laboral de sus alumnos: acoge cada curso a alumnos de 26 nacionalidades diferentes, y de familias con un nivel socioeconómico medio bajo. Estos datos lo configuran un modelo de centro abierto a la diversidad social, lingüística y económica.

El Padre Piquer imparte los niveles educativos reglados de Secundaria, Bachillerato, Ciclos formativos de Formación Profesional de Grado Medio y Superior y Programas de Cualificación Profesional Inicial, así como módulos de formación para personas en desempleo.

La formación en el centro se caracteriza por el uso de las nuevas tecnologías, el aprendizaje en equipo, la colaboración del mundo empresarial, que ofrece períodos de prácticas formativas a los alumnos en sus empresas, una metodología innovadora, y un profesorado de excelencia y fuertemente comprometido con la labor docente.

Aula del centro de formación

El centro Padre Piquer se caracteriza también por ofrecer un reforzamiento de la institución familiar, con la creación en el año 2000 del Centro de Atención a las Familias (CAF), en colaboración con la Universidad Pontificia Comillas.

Su objetivo es el asesoramiento individual y familiar, la orientación y mediación en los problemas personales y familiares, desde la proximidad del centro educativo. Un equipo de psicólogos, abogados y mediadores están diariamente disponibles para las familias y alumnos que lo necesiten y ayudar así a resolver conflictos interpersonales.

La ayuda permanente a este colectivo ha puesto en marcha iniciativas pioneras como las Aulas Cooperativas Multitarea en 1º y 2º de ESO,  donde varios profesores desarrollan simultáneamente distintas líneas de trabajo con la ayuda de las nuevas tecnologías, métodos y la cooperación entre equipos de alumnos y  profesores.

Esta labor ha merecido el reconocimiento de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) en el apartado ‘Experiencias educativas innovadoras en la integración del alumnado inmigrante y educación intercultural’.

VISITA AL CENTRO

Hemos profundizado en la estructura y actividades de este centro porque tuvimos ayer, 4 de noviembre, la posibilidad de recorrer sus instalaciones junto al presidente de Caja Madrid, Rodrigo Rato.

El presidente de Caja Madrid, Rodrigo Rato, durante su visita al centro

Rato se ha marcado como objetivo reforzar la presencia de la entidad en proyectos de innovación educativa orientada a la integración de inmigrantes y a la Formación Profesional, por lo que, en este sentido, podríamos decir que el Padre Piquer es el ejemplo a seguir.

Aprovechando su visita, se ha renovado el convenio de colaboración de la entidad con la Compañía de Jesús, encargada de la dirección pedagógica y técnica. El primer convenio de colaboración se remonta a 1964, cuando la entidad asumió el sostenimiento económico del centro, cuyos dos ejes formativos han sido desde entonces:

“proporcionar una formación integral a los alumnos y ofrecer oportunidades educativas a todos y fundamentalmente a los más desfavorecidos de la sociedad”.

VINCULACIÓN A CAJA MADRID

A comienzos de los años 20, en ‘La Ventilla’, barrio eminentemente obrero, dio comienzo la labor de la Compañía de Jesús con el P. José María Rubio. Contaba con la colaboración de dos laicos, los hermanos Juan y Demetrio de Andrés, para iniciar diferentes tareas, entre ellas la educación de los niños, los más desprotegidos y necesitados.

En 1931 se construyó en el solar que hoy ocupa el centro, las ‘escuelitas’ de San Francisco Javier, un dispensario y la Parroquia de Ntra. Sra. del Carmen. Después de la Guerra Civil se reanuda la labor humana y espiritual que caracteriza la larga trayectoria de la Compañía de Jesús en este barrio.

En 1964, la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid firmó su primer convenio con la Compañía de Jesús. La entidad asumió el sostenimiento económico, dejando la dirección pedagógica y técnica del nuevo centro en manos de la Compañía de Jesús. A partir de ese momento, se impulsó la remodelación del viejo edificio y se construyeron las actuales Escuelas Profesionales Padre Piquer, actualmente Centro de Formación.

En el año 1966, el Rey Don Juan Carlos, entonces Príncipe, inauguró oficialmente las escuelas, dando continuidad a una trayectoria de auténtica vocación educativa que abogaba por proporcionar una formación integral a los alumnos, cultivando el crecimiento global de la persona en su dimensión académica, profesional, humana y cristiana y ofreciendo oportunidades educativas a todos, sin excepción alguna, pero fundamentalmente a los más desfavorecidos de la sociedad.