Ya hemos hablado en varias ocasiones sobre distintas maneras en las que la Universidad está aprovechando las herramientas 2.0 de Internet a la hora de mejorar y simplificar la vida de los estudiantes, o de los profesores. Por ejemplo colgar los apuntes «oficiales» con acceso libre y gratuito, o el proyecto de emitir el e-título universitario.
En general la tendencia en España es que aumenta cada año el número de universidades, facultades, carreras (ya sean privadas o públicas-autonómicas). Bien porque hay más oferta o porque además se va notando el descenso demográfico, el caso es que cada vez aumenta más la rivalidad entre universidades por conseguir llenar sus cursos. Y por muy noble que sea el fin de la educación, en el fondo es una cuestión de marketing; y «el que no corre vuela».
Así que no es de extrañar que muchas universidades se estén tomando muy en serio «estar donde están los alumnos». Estos últimos días se ha comentado en la prensa el caso de la Universidad de La Coruña, que está poniendo en marcha toda una estrategia para llevar la marca de la universidad a través de las redes sociales a sus alumnos (y posibles futuros alumnos). Con el titular de «El campus «se vende» en la Red» ya está dicho todo.
El motivo principal expresado por sus responsables es que quieren diferenciarse por su modernidad y dar una imagen de institución joven en pleno desarrollo así como mostrar su perfil tecnológico. Detrás de esta «modernidad» hay mucho más. En el momento en que entra en juego el concepto imagen, deja de ser estrictamente la implantación de una herramienta tecnológica de comunicación para adquirir un tinte claro de marketing.
La realidad es que mientras el resto de universidades gallegas han perdido estudiantes, la de La Coruña ha ganado en este último curso un 6% de matriculados. A nivel nacional, es la tercera universidad pública que más estudiantes nuevos a atraído. No está nada mal…
Entre las iniciativas que ya han puesto en marcha hay varios grupos en Facebook para animar e informar sobre actividades culturales y de deportes. Por supuesto el núcleo central de la estrategia en medios sociales es la página web de la universidad, que ha sido reorganizada completamente para que sea útil tanto para quienes están ya dentro de la Universidad como para quienes vienen de fuera.
Pienso que para que esto funcione realmente es necesario que el profesorado también «entre en el juego». En el caso de la Universidad de La Coruña, la edad media del profesorado es de 34 años. Suficientemente jóvenes como para que no resulte disparatado pensar que estén dispuestos a manejarse con sus alumnos vía redes sociales.
En universidades privadas el uso de redes sociales es quizá mucho más intenso. En muchas de ellas ya se pide a los nuevos alumnos al matricularse que entre los datos de contacto pongan su perfil de Tuenti. Y la mayor parte de la comunicación oficial entre la universidad y los alumnos se canaliza a través de esta red social…
Bueno, son los primeros pasos. Y como en algunos aspectos más, en España vamos a la zaga de universidades norteamericanas. Supongo que aún nos falta un tiempo para encontrar estrategias tan sibilinas como la que se puso en marcha a comienzo de este curso en la Universidad de Kentucky