Doñana se salva. Y de momento, “goza de buena salud” para los expertos. Esto, que a lo mejor no os dice nada a voz de pronto, es una noticia muy importante porque el Parque Nacional andaluz corría peligro de perder los títulos de Reserva de la Biosfera y Patrimonio Mundial de la Humanidad.
Todo dependía de lo que dijera una comisión de expertos internacionales integrada por representantes de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, del Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco y del convenio internacional Ramsar para la protección de los humedales que han visitado Doñana durante los últimos días.
Afortunadamente, la impresión que se han llevado los profesionales que han realizado el estudio sobre el terreno es grata, y han manifestado que “tendría que pasar algo muy grave, como el desastre de Aznalcóllar” (por si estáis perdidos, os recuerdo que fue un desastre ecológico provocado por un vertido de residuos tóxicos en Doñana hace 13 años) para que el parque perdiese su estatus internacional.
Sin embargo, no todos son tan optimistas como este grupo de expertos. Las organizaciones ecologistas denunciaron el mal estado del parque debido a que el dragado del Guadalquivir, el oleoducto Balboa y los cultivos ilegales estaban deteriorándolo.
A raíz de estas denuncias se produjo la visita de los representantes de la UNESCO y las organizaciones ecologistas coinciden en que las valoraciones han sido demasiado benevolentes y no reflejan la situación real del parque.
De hecho, tanto el responsable de contaminación de Greenpeace España como el portavoz de Ecologistas en Acción han apuntado que este tipo de declaraciones por parte de las comisiones internacionales suelen «ir unidas a presiones políticas y de las instituciones” y que éstas “prevalecen antes que el medio ambiente”.